os eventos corporativos superan ya los límites de lo estrictamente laboral. Son toda una oportunidad para vivir nuevas experiencias donde la gastronomía y las actividades culturales y al aire libre son protagonistas. Auditorio del Parador de La Granja.
El turismo de negocios y congresos (MICE) ha experimentado un crecimiento en los últimos años, consolidándose como un motor clave en la economía del país. De hecho, España es el tercer país del mundo en la celebración de congresos internacionales y se posiciona como uno de los mejores destinos para el turismo corporativo. Así lo avalan los 46 aeropuertos que gestiona Aena, su extensa red de trenes y más de 200 estaciones (de las cuales más de 30 cuentan con servicios de alta velocidad) e infraestructuras de primer nivel, que cubren con creces las demandas empresariales. Demandas no sólo nacionales, sino también extranjeras, que acuden a la Península en busca de un clima favorable, una rica oferta cultural y natural y un entorno seguro.
Elegir un buen lugar para la organización de reuniones y eventos es clave estratégicamente para la imagen de la empresa. Más allá de la completa dotación tecnológica, que contribuya a una enriquecida puesta en escena, la conectividad, accesibilidad, sostenibilidad y la posibilidad de ofrecer, además, un entorno atractivo, son elementos decisivos a la hora de inclinarse por uno u otro lugar.
Los edificios sofisticados y los históricos son los más interesantes para llamar la atención de los asistentes. Espacios versátiles, adaptados a todo tipo de aforos, que en muchos casos sorprenden con valores añadidos, cada vez más apreciados, como unas espectaculares vistas, una buena oferta gastronómica y la posibilidad de llevar a cabo actividades personalizadas que propician la interacción cálida y humana. Actividades que además tienen un impacto positivo en la economía local.
Paradores es uno de esos ejemplos. Como referente y símbolo de la hospitalidad española, no sólo brinda una red de alojamientos vacacionales en escenarios singulares, también modernas instalaciones, completas prestaciones (cañones de proyecciones, megafonía inalámbrica, flip chart…) y todo un abanico de opciones para completar el encuentro con una actividad original, que te permita visitar una colmena, un olivar, realizar un descenso en piragua o ponerse manos a la obra en un taller de jabones. Experiencias, dentro de su programa de Naturaleza para los Sentidos, que van más allá de lo puramente empresarial y que superan las expectativas estrictamente laborales.
Así lo demuestran sus cifras. No sólo las de ingresos directos por estas celebraciones (que en 2024 superaron los 7 millones de euros), también por los alojamientos que derivan de estos eventos. El pasado año, el segmento MICE y todo lo relacionado con los viajes de trabajo creció en Paradores más de un 8% en hospedaje, alcanzando 65.000 habitaciones ocupadas, siendo los meses de primavera y otoño los más demandados para reuniones y eventos, reflejando su capacidad para captar negocio más allá de la temporada alta tradicional.
La clave de su éxito es precisamente lo que les diferencia de otros establecimientos. Esa posibilidad de combinar la infraestructura más vanguardista con el encanto de edificios históricos y entornos exclusivos y privilegiados. Eso y una ubicación estratégica y totalmente accesible. El 40% de los Paradores se encuentran a una distancia menor o igual a 50 km de un aeropuerto y el 42% a una distancia menor o igual a 50 km de una estación de AVE. Una proximidad que facilita los desplazamientos rápidos y ecológicos. Además, el 70% de sus alojamientos se encuentran en municipios de menos de 35.000 habitantes. Una motivación para muchas empresas que, al localizar sus reuniones, congresos y convenciones en estas zonas, contribuyen a dinamizar estas regiones de la España vaciada.
Además, la red estatal está llevando a cabo un plan de sostenibilidad, que incluye el cálculo y reducción de su huella de carbono, con el objetivo de ser neutros en 2030. Medidas encaminadas a un consumo más responsable en materia de energía y agua, uso de materiales biodegradables, reducción de residuos o materias primas de cercanía en sus cocinas. Acciones alineadas con las tendencias actuales en eventos corporativos que se muestran como una atractiva carta de presentación para todos sus establecimientos.
Alzado sobre una colina, el Parador de Córdoba promete y cumple con las mejores vistas de la ciudad. La panorámica es envidiable. Un privilegiado mirador en el lugar en el que Abderramán I tenía su residencia de verano. Jardines, piscina de temporada, tranquilidad y, lo que aquí nos ocupa, un Centro de Convenciones y Congresos propio, Medina Azahara, con capacidad de hasta 550 personas en sus cinco salones. Sus pistas deportivas de pádel y tenis son un plus para sus asistentes. Y es que el deporte es una de sus grandes bazas. El Parador se encuentra a pocos kilómetros de uno de los mejores campos de golf de la provincia y sin salir del alojamiento, hay posibilidad de mejorar el swing y la salida en una zona de prácticas habilitada para ello. Pero a pesar de la amplia oferta deportiva, el principal atractivo viene de su cocina, embajadora de la cocina cordobesa, y de la oferta cultural que ofrece el entorno. La antigua capital de la España musulmana está declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad y está llena de monumentos, como la Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Católicos y el puente romano, listos para poder bucear en la historia.
El primero de los hoteles de la red de Paradores, el Parador de Gredos, se presenta como una opción ideal para enmarcar un evento en un sitio único, aislado de la vorágine urbana y con la naturaleza como único testigo. Riachuelos y verdes pinares son el telón de fondo de este enclave idóneo para celebrar una reunión especial en uno de sus cuatro salones, con capacidad de hasta 120 personas en formato teatro.
El lugar, que un día fue testigo de la redacción del primer borrador de nuestra Constitución, se presta no sólo a los negocios, también al ocio y al turismo de aventura. Rutas senderistas, paseos a caballo, recorridos de interpretación geológica, observación de aves y una visita guiada para conocer la historia del edificio, son experiencias que forman parte del programa de Naturaleza para los Sentidos que propone el Parador. Actividades que completar con la buena cocina regional y una noche de astroturismo en este cielo que cuenta con calificación Starlight, libre de contaminación lumínica y propicio para descubrir el universo.
En un marco incomparable como es la ciudad natal de Cervantes, encontramos el Parador de Alcalá de Henares. Un recinto que ha sabido mantener su historia mediante soluciones contemporáneas. Tradición y vanguardia en unos espacios amplios y sumamente polivalentes.
A sólo media hora de Madrid, este Parador que ocupa un antiguo convento del XVII y una nave de talleres de la cárcel construida en el XIX, cuenta con un total de quince salones repartidos entre su centro de convenciones –que cuenta con recepción y acceso independiente–, y el edificio de talleres, cubriendo un total de 768 plazas.
Además, emplazado en pleno casco histórico de la localidad, brinda la posibilidad de completar el evento con una visita guiada por la ciudad y degustar la excelente cocina castellana, en un ambiente puramente cervantino. Eso y una buena sesión de desconexión en el spa. Sin duda, la mejor opción para un evento diferente y de esencia literaria.
Con Segovia a 10 minutos, Madrid a menos de una hora, y la Sierra de Guadarrama a los pies, el pequeño pueblo jardín del Real Sitio de La Granja se presenta como una atractiva opción para organizar un evento de empresa. Allí se emplaza el Parador de La Granja, compuesto por la histórica Casa de los Infantes, que mandó construir Carlos III y donde hoy se ubican las habitaciones del alojamiento, y el antiguo Cuartel de la Guardia de Corps, que acoge hoy un moderno Centro de Congresos y Convenciones.
Un exclusivo espacio con 16 salas de reuniones y con capacidad para más de 600 personas. El edificio es independiente del principal del Parador y se encuentra próximo a los Reales Jardines, ideal para cerrar la reunión con una visita guiada por este vergel versallesco, además de descubrir el interesante Museo del Vidrio y, por supuesto, visitar el Palacio de La Granja. La cocina regional, el spa y la pista de pádel completan estas instalaciones para que estos eventos corporativos sean todo un éxito.
A pie de playa y con la luz especial que brinda la ciudad más antigua de occidente, encontramos, entre edificios indianos y palacios barrocos, el Parador de Cádiz. Un edificio moderno y vanguardista que fascinará a los amantes del diseño y a los asistentes a congresos y convenciones. Once salones de gran versatilidad, que en disposición diáfana permiten una capacidad de casi un millar de personas.
Un escenario idílico, con el Atlántico como telón de fondo, atardeceres de postal y la exquisita gastronomía gaditana en sus cocinas. Nada más atractivo que cerrar una jornada disfrutando del spa, del paseo marítimo de la ciudad y de una ruta en bici por los alrededores. Pregunta en el Parador por su programa de Cicloturismo. Una opción saludable y diferente.
Ofrecido por Paradores