“Cuando aún Las Galeras era solo un pueblucho de pescadores, ya corría el rumor entre los lugareños de que había un rincón virgen de ensueño. Una playa apartada del bullicio de la gente. Era un secreto bien guardado que solo algunos conocían al cual llamaban sencillamente, “La Playita”, quizás por su pequeño tamaño”, expresó Grisolia Tavares, yolero.
Aunque en la actualidad La Playita, es una de las playas más visitadas de Samaná, no siempre fue así, ya que su acceso rustico y lo poco conocida que era la convertía en un balneario muy exclusivo, en donde solo unos pocos lugareños, especialmente pescadores y sus familias iban al lugar.
Sus aguas de tono azul cristalino, su arena blanca, sus hermosas palmeras y su forma de medialuna, ideal para capturar impresionantes fotografías aéreas y selfies, y para pasar un buen día y hasta un fin de semana en casa de campaña, es lo que hacer de este lugar el sitio ideal para vacacionar.
También si solo quiere pasar un rato el ambiente relajado y su entorno natural la convierten en el lugar perfecto para disfrutar de un día de sol y mar, sumado al aire que queda impregnado del aroma salino del agua turquesa y del dulce perfume de la flora silvestre, convirtiendo toda el área en un lugar casi poético.
El Nacional te invita a descubrir Samaná en está Semana Santa: La Playita, en Las Galeras, un refugio de ensueño casi exclusivo
Playita de Samaná no es una playa para multitudes ni para el bullicio. Es un refugio para aquellos que buscan la conexión con la naturaleza en su estado más puro, un lugar donde la belleza sencilla habla por sí sola. Es un secreto a voces que, aunque cada vez menos escondido, conserva intacto su encanto original.
Al amanecer, el cielo muchas veces se presenta como una paleta de colores naranjas, rosas y violetas, con miles de degradaciones, reflejándose en la superficie tranquila del mar, invadiendo ligeramente el ambiente con una sensación de profunda paz.
En definitiva esta playa es muy bonita con una preciosa vista hacia las montañas, muy limpia, con arena blanca y fina, aguas cálidas y cristalinas poco profundas donde se puede caminar varios metros hacia adentro y casi no hay olas. Es el lugar perfecto para parejas, familias, mochileros y aventureros, rodeada de vegetación.
Samaná como polo turístico, se diferencia de otros destinos en República Dominicana donde el sector “hoteles, bares y restaurantes” predomina como principal actividad económica. Entre su oferta orientada a la sustentabilidad y sostenibilidad, ballenas jorobadas como el más importante “activo”, y su diversidad de playas.