Tras un reportaje publicado por Listín Diario sobre el peligro que enfrentan los bañistas en los charcos profundos del río Nizao, en áreas conocidas como La Neverita y Los Tres Charquitos, autoridades locales, organismos de emergencia y expertos, sugieren acciones de protección inmediata.
Las tres voces coinciden en que cerrar los balnearios no es la solución más efectiva, sino que se requiere una intervención coordinada que combine vigilancia, diseño técnico, planificación ambiental y conciencia ciudadana.
El alcalde del municipio de Yagüate, José Oviedo; el director de la Defensa Civil, Juan Salas, y el geólogo Osiris de León conversaron, por separado con este medio
El director de la Defensa Civil, Juan Salas, prometió que en una reunión que sostendrá hoy miércoles la Comisión Nacional de Emergencias, con la participación de instituciones como Medio Ambiente, INDRHI, Obras Públicas y Salud Pública, abordará el tema.
“Hay que revisar los protocolos y señalizar los puntos peligrosos…Ningún espacio que represente un peligro para la vida puede seguir abierto sin control”, dijo.
Justificó la revisión de los protocolos de los balnearios, “porque somos un país que nuestra principal fuente de ingresos es el turismo, ¿verdad? Entonces, es una zona que turísticamente ha estado en desarrollo, pero yo creo que ningún espacio que siente peligro para la vida debe estar al libre al albedrío” indicó
Igual afirmó que está pendiente una en discusión con todos los actores y la comunidad, con el sector privado, pero que ya el Ministerio de Medio ambiente empezó su posición.
El funcionario se comprometió a coordinar acciones para clasificar y señalizar los charcos peligrosos, y no descartó instalar casetas o puntos de vigilancia temporales, siempre y cuando se cuente con un estudio técnico que lo respalde.
José Oviedo explicó que el pasado sábado, justo cuando el equipo de Listín Diario recorrió el área y que se dispuso el cierre provisional de La Neverita, porque iban a operar el Contraembalse Las Barías, hasta él llegaron decenas de comerciantes quejándose por la medida. Alegaron que tenían pérdidas con los productos que comercializan.
“No se trata de cerrar, sino de organizar y proteger”, es el planteamiento de Oviedo, quien admite que se han ahogado varias personas en los charcos hondos, provocados por las maquinas que extraen arena del río.
Aunque aclaró que La Neverita como tal no ha sido escenario de muertes, sino los charcos profundos que están distantes, que necesitan ser señalizados y vigilados.
“Más de 100 personas viven directamente de La Neverita. No es cerrar el balneario, es garantizar seguridad con controles y organización”, dijo el alcalde, quien adelantó que solicitará apoyo directo al director nacional de la Defensa Civil.
El geólogo Osiris de León fue más allá y propuso una solución estructural: canalizar el río Nizao desde el Contraembalse de Las Barías hasta su desembocadura en el Mar Caribe, un tramo de 20 kilómetros, afectado por años de extracción irregular de agregados. A su juicio, los “balnearios” actuales son en realidad huecos dejados por ese proceso.
Explicó ese proyecto es para canalizar el río por completo, que ha perdido su caudal, reforestar los laterales, devolverle la terracería que se ha perdido y convertir todo ese trayecto en un parque ecológico, lineal, que vaya desde la presa hasta el mar.
En su propuesta, se dejaría cuatro o cinco balnearios formales en los laterales del cauce, diseñarlos con diferentes profundidades según el tipo de usuario. Incorporar señalización, vigilancia y paisajismo.
En cuanto a La Neverita, tampoco lo ve mal, sino los charcos profundos de agua estancada que es donde está el peligro.
“La gente va a seguir yendo. No se trata de cerrar, sino de convertir estos espacios en balnearios seguros, diseñados profesionalmente”, enfatizó.
Sugirió reducir la profundidad de las zonas más peligrosas, añadir señalización vertical e implementar vigilancia estilo salvavidas.