La semilla del turismo germinó con tal vigor y ha dado frutos tan sorprendentes que apenas alcanzamos a dimensionar su magnitud cuando ya se muestra imparable.

Cifras de la ONU Turismo revelan que los principales destinos turísticos de las Américas, por número de visitantes, son en ese orden: Estados Unidos (72.4 millones de visitantes en 2024), México (45.4 millones), Canadá (19.9 millones) y República Dominicana (8.5 millones).

No obstante, al introducir otros parámetros de comparación, República Dominicana supera a los tres gigantes del continente.

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Si se contrasta el número de turistas con la población local, el país encabeza la lista al alcanzar un 74.6%. Le siguen Canadá (43.9%), México (34.7%) y Estados Unidos (21.3%).

Al poner la lupa sobre los ingresos turísticos como proporción del PIB, la República Dominicana vuelve a liderar con un 16.1% en 2024. En segundo lugar aparece México (8.7%), seguido por Estados Unidos (8%) y, muy rezagado, Canadá (1.7%).

Otra comparación ilustra aún mejor la intensidad del fenómeno: el espacio territorial disponible por turista.

En República Dominicana corresponde apenas a 0.004 kilómetros cuadrados; en Canadá, a 2.19, en Estados Unidos, a 7.91 y en México, a 23.1.

Sin embargo, persiste una debilidad: el gasto promedio por turista en República Dominicana es el menor de los cuatro destinos, apenas 132 dólares, muy cerca de México (134), pero distante de Canadá (entre 150 y 200) y, sobre todo, de Estados Unidos (324).

De ahí la trascendencia de la propuesta impulsada por el sector hotelero de elevar ese gasto promedio hasta los 300 dólares.

Un esfuerzo que, para ser sostenible, debe acompañarse de un mayor aporte al fisco, para aliviar su estrechez financiera, enfrentar la creciente demanda de infraestructuras y servicios, y devolverle a la naturaleza parte de los dones que han permitido al turismo alcanzar un crecimiento que desborda los límites de la sorpresa.