Ya conocen el clásico dilema del primer mundo: cuando tienes dinero te falta tiempo y cuando dispones de tiempo no hay dinero. Pero la cruda realidad es otra. Mucha gente a la que le encanta viajar (a quién no, ¿verdad?) no tiene ni tiempo, ni dinero. ¿Solución? Volar a esos destinos, por lejos que estén, y volver el mismo día.
Si la idea le seduce, aquí va otro nini: ni es el único, ni está loco. Existen comunidades enteras de viajeros que son auténticos expertos en exprimir grandes aventuras en un solo día. Es más, comparten con lujo de detalle sus trucos y consejos en grupos de Facebook. Extreme Day Trips (EDT) es, de lejos, el más popular. Algunas de las micro-escapadas que allí se comparten, vacaciones de apenas unas horas, son asombrosas. Son ya 335.000 usuarios… y creciendo.
Un éxito que el británico Michael Cracknell, conductor de mensajería en horas lectivas, trotamundos exprés británico en otras, nunca hubiera imaginado. «Comencé el grupo en octubre de 2022, después de haber visitado muchos países diferentes. Quería demostrar que es posible hacer mucho en un solo día, y que cuesta menos que hacer una excursión de un día por el Reino Unido», explica a El Mundo. «Nunca pensé que atraería tanta atención». Cracknell se ha convertido en todo un pope de la micro-escapada exprés. Ha salido en televisión, en periódicos y en la radio de mundo y medio gracias a ello.
Un post típico de EDT incluye el destino elegido ese día, los horarios de los vuelos (de aerolíneas low cost, normalmente, que salen muy temprano y vuelven más tarde, es decir los más baratos) y el desglose exacto del dinero que ha costado el día completo, con transporte y comidas. Hay nuevos viajes extremos cada día y muchas preguntas y respuestas de los usuarios en los comentarios.
Cracknell admite que su principal motivación para hacer uno de estos viajes es el precio. «Puedes conseguir un vuelo de ida y vuelta de Londres a Barcelona por menos de lo que cuesta un billete de tren de Brighton (donde vive) a Londres». La otra razón es la aventura: «no necesito pedir días libres en el trabajo, así que puedo viajar los fines de semana y explorar lugares nuevos sin usar mis vacaciones».
Barcelona y Alicante son viajes ultracortos populares entre los británicos. Madrid, Málaga y Sevilla también encajan a la perfección en una escapada de un día desde Londres. Cracknell ha estado en España unas cuantas veces. ¿Y el viaje más extremo que ha realizado? «Seguramente los que he hecho a Atenas. El vuelo son 3h 45m, pero por los horarios de esta ruta tienes unas 8 horas para explorar la ciudad. Tiempo suficiente para visitar la Acrópolis, disfrutar de un almuerzo increíble y seguir hacia los jardines nacionales».
No es exactamente el viaje slow del que tanto se habla en la industria en los últimos tiempos. No es tampoco el óptimo para cardíacos. Trenes que se averían, huelgas de aeropuertos, conductores que se pierden, Google Maps que falla… Son muchos los imprevistos a los que uno se expone. El británico admite que no suele estresarse fácilmente. «Para hacer un viaje de un día, hay que ser una persona bastante relajada y organizada. No puedes ser de los que se estresa».
Dean Abraham, miembro de EDT, llevaba ya tiempo realizando este tipo de aventuras, pero descubrió el grupo este mismo año. Publica buenas fotos y se nota que se desenvuelve con mucha soltura en el viaje exprés. Nos cuenta: «Siempre me ha apasionado viajar de forma inteligente y eficiente». Para este londinense, lo que empezó como un reto personal («ver cuánto valor y alegría se puede concentrar en un solo día») se ha convertido en algo que inspira a quienes no tienen muchas vacaciones o quieren viajar con un presupuesto ajustado.
«Descubrí el grupo gracias a una amiga que sabía que estaba explorando la manera más eficiente y accesible de experimentar el mundo. La comunidad ha sido genial para compartir ideas». ¿El mejor viaje del año? «Mi favorito hasta ahora ha sido probablemente mi aventura en un spa de Chamonix. Logré esa sensación de mini vacaciones inmersiva en menos de 24 horas. Ese equilibrio entre intensidad, descubrimiento y recuperación es lo que hace especiales estas escapadas de un día». Y estaba tomando un vuelo de vuelta a casa en Ginebra a las 20:50.
Si suena algo apretado, agárrese. Muchas de las estrellas de esta disciplina están en TikTok, cómo no. Allí triunfa Kevin Droniak con 386.9K fieles. El joven estadounidense ha hecho del viaje exprés su forma de vida. «No te lo vas a creer, pero Italia puede ser destino de un día desde Nueva York», asegura a su audiencia, después de grabarse visitando el Coliseo y recorriendo la Vía Apia en bicicleta. Aunque esto no es nada comparado a su viaje a Kenia: 15 horas de vuelo dos veces. «Hacer un safari era uno de mis sueños desde que era niño. He pasado el día entre jirafas y cebras. Estoy satisfecho y listo para volver a casa».
No todo el mundo aprueba, faltaría más. El principal desasosiego que provoca este tipo de escapadas es el impacto medioambiental. La huella de carbono es, cuanto menos, polémica. «Estos vuelos ya salían sin mí», defiende Droniak. Rick Blyth, fundador de la web ExtremeDayTrips.com (que no tiene relación con el grupo de Facebook) elabora: «Llevamos años haciendo escapadas de fin de semana. ¿Cuál es la diferencia?», escribe en su blog. «Siguen siendo dos vuelos, pero sin hotel, sin equipaje pesado y sin generar más residuos».