El sector turístico es el motor de otros muchos sectores y su capacidad de creación de puestos de trabajo, empleos directos e indirectos está fuera de toda duda. Con cada inicio de un nuevo proyecto hotelero se anuncia su capacidad generadora y se evidencia la importancia del sector para la recuperación post-covid de la economía.

Y en este terreno del empleo comienza ya el análisis de la revisión del salario mínimo. Hay consenso, desde el Gobierno pasando por los sindicatos y en los círculos empresariales: el salario medio dominicano está muy deprimido y su poder adquisitivo, congelado desde hace años.

Por otro lado, la recuperación económica exige cautela a la hora de determinar las alzas salariales y las empresas piden la reclasificación que debió haberse hecho ya.

Habrá que hilar fino. Ni los salarios pueden quedarse deprimidos ni las empresas están en su mejor momento. El diálogo en el comité de salarios deberá ser más realista que en otras ocasiones en las que pasaban los meses sin que los trabajadores tuvieran respuesta a su horizonte laboral.