Una tendencia que la pandemia nos dejó: el fin del turismo en manada en las ciudades más famosas

Una tendencia que la pandemia nos dejó: el fin del turismo en manada en las ciudades más famosas
Una tendencia que la pandemia nos dejó: el fin del turismo en manada en las ciudades más famosas

Un visitante cruza rápido para ganarle a la manada desde la Plaza de San Marco hacia el Arsenale, en Venecia. Se sube por la rampa del “acqua alta”, por donde se circula cuando la creciente de los canales azota la ciudad en cada temporada. Por ese camino improvisado se eleva de la margen derecha del puente desde el que se ve otro, el llamado de los Suspiros. Este está del lado opuesto. Voy detrás. No se puede ver el puente. Sé que no puede verlo porque yo tampoco lo hago. El turista levanta su brazo diestro, dirige el lente de la cámara al famoso tránsito entre el Palacio Ducal y la antigua prisión de la Inquisición (Piombi), cruzando el Rio Di Palazzo. Sigue caminando y mira hacia adelanteLos ojos asombrados de su Nikon disparan una seguidilla de imágenes. Se lleva la foto, no la experiencia.

La queja de los habitantes de sitios emblemáticos del mundo como Venecia, Ganada, París o Nueva York ha venido alertando sobre el impacto agresivo para con el medioambiente y los propios monumentos que se visitan. Cuando gran parte de ellas comenzaba a delinear ideas para limitar accesos, siguiendo los pasos, por ejemplo, de La Alhambra, a la que sólo se puede visitar con reserva digital previa, llegó la pandemia que puso en jaque a la industria de los viajes, pero permitió, entre lo nefasto, encontrar el silencio necesario para crear nuevas costumbres.

Aquello del overtourism (exceso de turistas) entró en decadencia. Los viajeros que emergen como pioneros apuestan a un disfrute menos centralizado, donde es posible sumergirse en la cultura local como habitantes.Una huella que sea favorablemente recibida por el medioambiente. Un descubrimiento para el visitante. Un acercamiento más intenso y menos fugaz. Con recorridos sucintos, menos aglomeraciones, integración amable con la comunidad local. Ha llegado el fin de la era de la manada en las ciudades conocidas. Las búsquedas del sector señalan que lo que viene son los alonetourists (turistas solitarios), los que eligen ir al sitio que nadie conoce.

Aquí una ruta para armar el próximo itinerario y convertirse en un aventurero por terrenos menos circulados.

Solo casi en el Polo

Tromso, en el norte de Noruega, es un punto de partida ideal para encontrarse con las mágicas luces celestiales y para conocer la cultura sami (Oficina de turismo Tromso)

Tromso, en el norte de Noruega, es un punto de partida ideal para encontrarse con las mágicas luces celestiales y para conocer la cultura sami. Pero también es un bellísimo pueblo donde el tiempo se convierte en un elemento para disfrutar a pleno. A juzgar por la nieve que lo cubre todo, de las temperaturas persistentemente ubicadas por debajo de los 0 grados y de la cantidad de abrigo que todos los que pasean llevan encima, no hay mejor plan que apretarse unos a otros y disfrutar de uno de los más majestuosos fenómenos del mundo.

La idea tiene mucho de aventura. Se parte a las seis de la tarde, ya que el fenómeno inicia a las ocho de la noche y culmina con la madrugada. Se trata de una cacería. Los expertos conocen estrategias para maximizar las probabilidades de visualización, pero verla no es seguro. Los enamorados se encontrarán adentrándose en el medio de los montes noruegos, en la mitad de la noche, atravesando localidades totalmente cubiertas de nieves, coníferas blancas que parecen salidas de un cuadro, carteles viales con el contenido completamente cubierto de hielo. Las luces, cuando aparece, borran todas las otras sensaciones. La contemplación es un imán irrefrenable que se celebra con sopa de pescado y bebidas calientes allí mismo, al pie de la felicidad.

Casi con el David

Fundada en el siglo IX-VIII AC, Fiesole se encuentra a pasos de Florencia, en una montaña desde la que se tiene una panorámica de la ciudad (Oficina de Turismo Fiesole)

Fiesole, fundada en el siglo IX a VIII AC se encuentra a pasos de Florencia, en una montaña desde la que se tiene una panorámica de la ciudad. Muros etruscos, termas, un teatro e iglesia romanos… En el siglo XIV, Boccaccio, escribió allí El Decamerón. En medio de un jardín de arte y bosque, Villa San Michele se acuesta en terrazas sobre una ladera contemplativa hacia el río Arno. Situada en las colinas de la Toscana, es una obra de arte en sí misma, con frescos, esculturas antiguas y una fachada atribuida a Miguel Ángel. Allí mismo, inmersa en un mar verde, se esconde la piscina a la que los árboles ofrecen sombra, los pájaros cantan en profusión y el suave aroma de la flor de limón llena el aire. Romántico queda chico como calificativo.

De la mano de Gengis Kan

El Parque Nacional de Gorkhi-Terelj, cerca de la capital de Mongolia, Ulán Bator, es el refugio que los locales utilizan para escapar de la rutina capitalina

El Parque Nacional de Gorkhi-Terelj, cerca de la capital de MongoliaUlán Bator, es el refugio que los locales utilizan para escapar de la rutina capitalina.El parque se encuentra a 1.600 metros de altura y en su interior hay paisajes similares a los bosques alpinos, rodeados de montañas y valles con colores que varían en función de la época del año.

Es la expresión perfecta de la estepa mongola. En el inicio la formación rocosa de una tortuga que es símbolo de la buena fortuna en el país. Dentro se encuentra el templo de meditación Ariyabal. Hay paseos a caballo y algunas familias nómades que aceptan a los viajeros a sus carpas.

En el interior se vislumbra una gran escultura ecuestre de acero inoxidable de más de 40 metros de altura de Gengis Kan que mira desafiante a China.

Para rezar dentro de una roca

Situadas en una región montañosa del corazón de Etiopía, en las proximidades de una aldea tradicional de casas redondas, las once iglesias medievales de esta Nueva Jerusalén del siglo XIII fueron excavadas y esculpidas en la roca, pero desde el piso hacia el interior (REUTERS)
Situadas en una región montañosa del corazón de Etiopía, en las proximidades de una aldea tradicional de casas redondas, las once iglesias medievales de esta Nueva Jerusalén del siglo XIII fueron excavadas y esculpidas en la roca, pero desde el piso hacia el interior (REUTERS)

Situadas en una región montañosa del corazón de Etiopía, en las proximidades de una aldea tradicional de casas redondas, las once iglesias medievales de esta Nueva Jerusalén del siglo XIII fueron excavadas y esculpidas en la roca, pero desde el piso hacia el interior. Lalibela, la ciudad que las acoge, se trata de un lugar sagrado de la cristiandad etíope.

Llamada Roha en el pasado, capital de la dinastía Zagwe durante unos 300 años, recibió el nombre de su monarca más distinguido, Lalībela (finales del siglo XII y principios del XIII), quien, según la tradición, construyó las iglesias monolíticas designadas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1978.

La Ciudad Perdida de Colombia

La Ciudad Perdida está escondida en lo profundo de la jungla de Colombia y consta de alrededor de 170 terrazas de piedra excavadas en una montaña, con numerosas plazas y calles conectadas (Oficina de Turismo de la Ciudad Perdida)
La Ciudad Perdida está escondida en lo profundo de la jungla de Colombia y consta de alrededor de 170 terrazas de piedra excavadas en una montaña, con numerosas plazas y calles conectadas (Oficina de Turismo de la Ciudad Perdida)

Una localidad impresionante, redescubierta en 1972 cuando los buscadores de tesoros encontraron los escalones que conducen a la ciudad, luego cubiertos de selva, y la llamaron el “infierno verde”. Se encuentra en las profundidades de la Sierra Nevada de Santa Marta. La Ciudad Perdida está escondida en lo profundo de la jungla de Colombia y consta de alrededor de 170 terrazas de piedra excavadas en una montaña, con numerosas plazas y calles conectadas. Estos son los restos de una ciudad construida alrededor del 800 d.C., unos 650 años antes que Machu Picchu en Perú. La montaña se encuentra a solo 42 km de la costa caribeña de Colombia. Con picos que alcanzan los 5.700 m (18.700 pies), es la cadena montañosa costera más alta del mundo.

Probablemente fue su centro político y también pudo haber jugado un papel importante en el comercio y la manufactura, dada su posición en el río Buritaca. Se cree que hasta 8.000 personas vivieron una vez en la Ciudad Perdida, pero fue abandonada durante la conquista española. Sus habitantes probablemente huyeron más hacia las montañas.

Con tonada folk

Viljandi es una pequeña y adorable ciudad escondida en lo profundo de los bosques del sur de Estonia cuenta con impresionantes ruinas de un castillo, una antigua casa de la orden gobernante de Livonia (Oficina de Turismo Viljandi)
Viljandi es una pequeña y adorable ciudad escondida en lo profundo de los bosques del sur de Estonia cuenta con impresionantes ruinas de un castillo, una antigua casa de la orden gobernante de Livonia (Oficina de Turismo Viljandi)

Viljandi es una pequeña y adorable ciudad escondida en lo profundo de los bosques del sur de Estonia cuenta con impresionantes ruinas de un castillo, una antigua casa de la orden gobernante de Livonia. Las vistas panorámicas del lago cercano y la arquitectura de madera hacen de ella un lugar de interés para los amantes de la naturaleza y la cultura.

Popular entre los lugareños como uno de los destinos de festivales de verano más visitados en Estonia, Viljandi alberga una serie de celebraciones temáticas, desde música folclórica hasta ferias medievales. La guinda del pastel tiene que ser la gran playa cercana que se recuesta sobre el lago. El alquiler de un bote allí completa el dibujo de la calma y relax que propone la ciudad.

Sky sabor a sushi

Appi también es el destino perfecto para una escapada en los meses más cálidos, ya que cuenta con oferta de golf, tenis y música en directo durante el verano, además de la posibilidad de realizar rutas de senderismo por la naturaleza en otoño (Oficina de Turismo de Appi)
Appi también es el destino perfecto para una escapada en los meses más cálidos, ya que cuenta con oferta de golf, tenis y música en directo durante el verano, además de la posibilidad de realizar rutas de senderismo por la naturaleza en otoño (Oficina de Turismo de Appi)

Appi siempre suele estar entre las mejores estaciones de esquí de Asia. Ubicada muy al norte en la prefectura japonesa de Iwate, Appi propone 21 pistas de nieve en polvo. Se encuentra junto a Hachimantai, que es el área de árboles cubiertos de escarcha más grande de Japón a 40 grados de latitud norte, cuenta con un diseño de pistas recostadas en las laderas orientadas al norte.

Appi también es el destino perfecto para una escapada en los meses más cálidos, ya que cuenta con oferta de golf, tenis y música en directo durante el verano, además de la posibilidad de realizar rutas de senderismo por la naturaleza en otoño. Esta zona también es muy prolífica en cuanto a onsen, aguas termales de origen volcánico que sólo se encuentran en Japón. La experiencia de bañarse en invierno en un baño exterior bajo la nieve es una sensación única. Pero en verano el onsen también es una tradición que respeta la ceremonia de los ancestros.