Nueva York y una pregunta que urge: ¿regresarán algún día los turistas?

Nueva York y una pregunta que urge: ¿regresarán algún día los turistas?
Nueva York y una pregunta que urge: ¿regresarán algún día los turistas?

Los teatros de Broadway y los museos siguen cerrados. Estados Unidos ha prohibido los viajes provenientes de China, Brasil y gran parte de Europa. Y el gobernador Andrew M. Cuomo de Nueva York ha ordenado una cuarentena para visitantes de gran parte del país.

Cinco meses después de que la Ciudad de Nueva York suspendiera actividades para combatir al coronavirus, la vital industria turística continúa básicamente paralizada incluso mientras la ciudad batalla para reactivar su moribunda economía.

El reto que enfrenta la ciudad quedó vívidamente expuesto cuando la Estatua de la Libertad reabrió el 20 de julio. En lugar de transportar a las multitudes habituales de visitantes de todo el mundo, los primeros barcos a la isla donde está la estatua llevaban en su mayoría a periodistas.

Parecía que había más artistas disfrazados de personajes de caricatura que visitantes en Times Square hace poco. Foto: Victor J. Blue/ The New York Times.

Parecía que había más artistas disfrazados de personajes de caricatura que visitantes en Times Square hace poco. Foto: Victor J. Blue/ The New York Times.

Times Square, por lo general congestionada de visitantes, estaba casi igual de solitaria.

El abrupto confinamiento de Nueva York en marzo llegó justo antes de la arremetida anual de turistas cuando el clima se vuelve más templado. Las autoridades habían esperado a más de 67 millones de visitantes en 2020, una quinta parte de ellos de fuera del país.

Ahora, funcionarios de turismo se preguntan cómo resucitarán a una industria que generaba alrededor de 45 mil millones de dólares al año y mantenía 300 mil empleos.

Promover a NY entre la gente de fuera de la ciudad no ha parecido así de intimidante desde los 70, cuando la tasa delictiva era desmedida, el metro estaba sumido en el caos y abundaban las vidrieras tapiados, dijo Jonathan M. Tisch, director ejecutivo de Loews Hotels y ex presidente de NYC & Company, la agencia de marketing municipal para turismo.

Dijo que el proceso de reconstruir la imagen de la ciudad como segura, y un lugar divertido para visitar requerirá de mucho tiempo y ayuda del gobierno estatal y municipal.

En vista de que los espacios en interiores facilitan la propagación del virus, los teatros planean continuar cerrados hasta el año próximo. Sin los shows, cientos de hoteles y restaurantes simplemente intentan sobrevivir 2020.

“La percepción es que si Broadway está cerrado, la Ciudad de Nueva York está cerrada”, señaló Tisch.

A mediados de julio, la tasa de ocupación de los hoteles en la Ciudad de Nueva York era del 37 por ciento, según STR, una firma de investigación, en comparación con más del 90 por ciento en veranos recientes.

“Creemos que es demasiado pronto para alentar los viajes e invitar a que la gente vuelva”, dijo Fred Dixon, director ejecutivo de NYC & Company.

Así que en lugar de promover a la ciudad en lugares lejanos, la agencia concentra su enfoque en Nueva York y sus áreas circundantes. En julio, la ciudad lanzó una campaña con el tema “All In NYC” (Todo en NYC), creada para suscitar interés entre los residentes locales para explorar la ciudad y ver sus atractivos.

La estrategia es similar a una en París, que exhorta a sus propios residentes a recorrer la ciudad sin las multitudes habituales.

Pero incluso una escasez de turistas podría no ser atractivo suficiente para hacer que neoyorquinos hastiados se aventuren a las atracciones de la ciudad. Por ahora, podría tener que depender de gente como Shin Roldan, de 31 años, y su esposo Keith, de 30.

La pareja, que vive a poca distancia en Morristown, Nueva Jersey, estaba de luna de miel algunos meses después de una “boda pandémica” en su patio trasero, contó Roldan.

Pese a la prohibición para comer en interiores, dijeron estar disfrutado su estancia en un hotel en la zona del Midtown en Manhattan. Habían tomado el teleférico a la Isla Roosevelt en el Río Este y planeaban ir al mirador en lo alto del Edificio Empire State.

“Podemos tomar muchas fotografías, nosotros dos solos, sin nadie más en las imágenes”, dijo Roldan. “Eso siempre es un problema en Nueva York”.

Algunos viajeros intrépidos realizan recorridos más largos en desafío a las reglas de cuarentena de Cuomo. Shea Ellis, de 33 años, y Tony Green, de 34, manejaron a NY desde Talladega, Alabama.

Dijeron que les gustó la falta de tráfico, pero les decepcionó que tanto de la ciudad siguiera cerrado.