Turismo volcánico: una tendencia al alza más que peligrosa

Turismo volcánico: una tendencia al alza más que peligrosa
Turismo volcánico: una tendencia al alza más que peligrosa

Un informe de la Royal Geographical Society ha alertado sobre los riesgos del turismo volcánico. El problema reside en que las personas no entienden la seriedad de los riesgos, por lo que se exponen demasiado.

El turismo cada vez más masivo está llevando a las personas a visitar lugares inhóspitos del planeta. Viajar a un lugar concreto para observar un volcán ya se ha convertido en una tendencia que se antoja más que peligrosa.

Este lunes murieron al menos catorce personas que recorrer White Island, un islote en Nueva Zelanda que alberga el volcán Whakaari. Las advertencias ya eran constantes desde el martes pasado, cuando el grupo de control de actividad geológica GeoNet advirtió de que el volcán había entrado «en un periodo de actividad eruptiva». Aun así, los viajes en barco continuaron hasta este mismo lunes, día en el que entró en erupción.

Los turistas no solo se ponen en peligro a sí mismos, también a los equipos de emergencias. En el estudio, escrito por la geógrafa de la Universidad de Cambridge, Amy Donovan, advierte que dichos visitantes pueden crear «problemas peligrosos para los servicios de rescate ya extendidos».

En una entrevista con la BBC la experta señaló que miles de personas practican el turismo volcánico para vivir la experiencia física de ver, oír y sentir el calor de un espectáculo tan natural. «Puedes respirar el gas, escuchar los sonidos que hace la Tierra», explica.Como todo fenómeno, este tipo de turismo tiene un extremo que Donovan describe como «volcanofilia»

Como todo fenómeno, este tipo de turismo tiene un extremo que Donovan describe como «volcanofilia». Se trata de personas que persiguen volcanes en erupción por todo el mundo.

La explicación que la experta da para justificar el aumento de este tipo de turismo es la expansión de los teléfonos móviles. En el informe detalla que hay empresas de transporte por helicóptero a las que la gente «pagará grandes sumas de dinero para acercarse lo suficiente a la lava para obtener buenas fotos y vídeos».

Lo que seguramente no sepan estos curiosos es que pueden ser alcanzados por trozos de roca o bombas de lava e, incluso, inhalar gases venenosos que salen del volcán.

No es la primera vez que ocurre una tragedia como la de Nueva Zelanda. En 2010 dos personas murieron por intentar cruzar un glaciar para llegar a un volcán.

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