El verano pasado, cuando ya teníamos la segunda ola de la pandemia encima, una aerolínea low cost ofrecía vuelos de Madrid a Atenas por 14 euros para viajar en septiembre. En el mismo mes de un año normal no habría costado menos de 200. El agosto pasado se podía volar a Roma o París por 50 euros, incluso menos, y este invierno los billetes a cualquiera de las islas canarias se podían encontrar también por 50 euros.
Nunca ha sido tan barato volar como en pandemia, y las aerolíneas ahora se activan para arrancar en firme al inicio del verano próximo.