¡Llegó la hora de Pedernales!

¡Llegó la hora de Pedernales!
¡Llegó la hora de Pedernales!

Vinicio A. Castillo Semán

El Presidente Abina­der acaba de pasar un fin de semana de visita en la olvi­dada provincia de Pedernales, reiterando allí su compromiso de desarrollar un importante polo turístico que genere empleos y bienestar en la frontera sur de la República.

No tengo ninguna duda de que con reglas claras, seguridad jurídica y el énfasis que el Pre­sidente Abinader le está dando a Pedernales, podrán atraerse grandes capitales privados, na­cionales y extranjeros para de­sarrollar la zona, incluyendo convertir el aeródromo existen­te en un aereopuerto interna­cional para aviones de cabina ancha y vuelos intercontinen­tales.

Puerto Plata, Punta Cana y Sa­maná se pudieron encaminar co­mo polos turísticos importantes del país, con grandes inversiones y facilidades de incentivos fisca­les y crediticios por parte del Esta­do. Ahora le toca a la hermosa y olvidada Pedernales lo que tanto había esperado. Es promordial que una de las condiciones fun­damentales que ponga el Esta­do y el Presidente Abinader a los inversionistas locales y ex­tranjeros es la decisión firme de su gobierno de generar em­pleos para los dominicanos re­sidentes en la zona, haciendo cumplir de manera estricta el Código Laboral que obliga a los empleadores a respetar el 80% para la mano de obra nacional y el 20% para mano de obra ex­tranjera legal. Y cumplir con el mandato constitucional que es­tablece como prioridad la do­minicanización de la frontera.

Otro de los puntos que se debe tener en cuenta es evitar caer en extremismos ecológi­cos que eviten el desarrollo tu­rístico de Pedernales. Son per­fectamente conciliables los dos intereses nacionales envueltos, tanto el desarrollo económico y turístico, como la preserva­ción del medio ambiente. Pue­den coexistir si se hace un plan de desarrollo integral que esté predeterminado y aprobado por expertos nacionales e inter­nacionales de gran reputación que puedan guiar las inversio­nes, estableciendo d’nde se pueden construir infraestructu­ras turísticas, sus densidades y sus restricciones.

Quiero en este artículo refe­rirme a una idea de mi herma­no Pelegrin que puede ayudar mucho el desarrollo de Peder­nales, activando su quehacer económico, elevando las visi­tas de turistas nacionales y ex­tranjeros. Esa idea consiste en atraer líneas de Cruceros me­dianos que puedan zarpar des­de el Puerto de Santo Domin­go, los fines de semana a Bahía de las Águilas y desembarcar allá en embarcaciones peque­ñas para pasar los días cono­ciendo las bellezas de esa zona. Desde luego sin descuidar la imprescindible obra de recons­trucción de las vías terrestres existentes.

Esto permitiría incluso a mu­chos dominicanos, entre los cuales me encuentro yo, visitar Bahía de Las Aguilas y hacer ex­cursiones en la provincia de Pe­dernales, que es la única en el país que puede ofrecer clima de playa y a pocos minutos tempe­raturas de 16 grados, con 1,300 metros sobre el nivel del mar donde se encuentra la magní­fica atracción del Hoyo de Pe­lempito.

Puede que este esfuerzo ame­rite un impulso económico del Gobierno para abrir esta ruta, pe­ro no tengo duda de que, en cor­to plazo, sería un gran éxito.

Quiero felicitar pues al Presi­dente Abinader por este loable esfuerzo por Perdenales, pero no puedo concluir estás lineas sin mencionar a otra bella y ol­vidada provincia que quiero y admiro entrañablemente, que es Samaná, que igualmente ne­cesita una gran ayuda del Esta­do, en una alianza pública pri­vada que le permita convertirse en el Mónaco del Caribe, como dijera una vez el Ex Presidente Leonel Fernandez.

Adelante Presidente Abina­der! Hay muchos recursos de capitales sanos en el extran­jero dispuestos a invertir en nuestro país y sin corrupción, con reglas claras y seguridad jurídica podemos atráelos. Ojalá sea usted el que haga de ésto una realidad y dé ese pa­so trascendental que transfor­maría nuestro país.

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