Promoción Turística Privada

Promoción Turística Privada
Promoción Turística Privada

Casi desde el inicio de este sexenio, decíamos en este espacio, que se vislumbraba claramente que los turisteros estaríamos solos los próximos años; desde el anuncio de la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México, las señales eran claras y el desprecio del presidente por la actividad turística era más que evidente. La única mención que ha existido en lo que va del sexenio hacia el turismo es para referirse al Tren Maya, proyecto que no tiene pies ni cabeza, sueño guajiro presidencial al que le siguen saliendo detractores.

Hoy con la Pandemia del COVID19, se evidencia de nueva cuenta la necesidad de ser creativos e innovadores para proponer estrategias que puedan dar impulso a la actividad turística, sin contar con el apoyo del Gobierno en ninguno de sus tres niveles; de parte del Nivel Federal, porque no existe ninguna voluntad y ninguna capacidad visible y de parte de los niveles estatal y municipal, porque los recursos son y serán cada vez más limitados toda vez que además de las carencias previas, ahora todo se enfocará en sofocar la crisis provocada por la pandemia, tanto en materia de salud como en otras asignaturas prioritarias.

Si bien en Quintana Roo contamos con un Consejo de Promoción Turística y contamos también con la voluntad del Gobernador, los recursos son limitados. Por una parte se vienen arrastrando adeudos desde la fallida administración de Roberto Borge y por otra los recursos provenientes del Impuesto al Hospedaje, que fuera creado justamente para la promoción, han tenido que ser utilizados para cubrir otras carencias, unas por la herencia borgista e incluso del Gobierno anterior, el de Félix González, lamentable también y otras porque el Gobierno Federal actual, el de AMLO, ha limitado casi a cero las participaciones federales a los Estados, dejando a Gobierno Estatal y ciudadanos en la total indefensión.

La conclusión es que estamos solos, lo que obliga y compromete a la Iniciativa Privada a desplegar la creatividad para crear y proponer estrategias que nos permitan mantener a flote al sector turístico.

Ocioso resulta seguir presentando iniciativas y planes estratégicos de reactivación económica al Gobierno Federal, en donde se han encontrado no solo oídos sordos una y otra vez, sino hasta desprecio y malas formas.

Quintana Roo, tiene los atractivos naturales, una belleza inigualable; hotelería del mejor nivel del mundo; estupenda oferta gastronómica, escenarios de ocio y una infraestructura en lo general que nos permite una gran ventaja competitiva. Por otra parte, contamos con la preferencia de una gran cantidad de viajeros del mundo. Tenemos todo para salir adelante. Quizá va siendo hora de que, hasta los impuestos federales, se queden en casa y se canalicen a nuestra reactivación.

Si el Gobierno del Estado, se ocupa de la crisis de salud, de garantizar Seguridad a todos los ciudadanos, y los gobiernos municipales mantienen nuestras ciudades, limpias, dignas y a la vanguardia, los turisteros podemos ocuparnos de la Promoción.

Quizá debamos hablar de la Promoción Turística Privada.

Hay que ponerlo en la mesa…