Basura, turismo e intereses

Basura, turismo e intereses
Basura, turismo e intereses

Uno de los múltiples problemas que no han podido ser resueltos en la República Dominicana, a pesar de los grandes avances que ha experimentado nuestro país, ha sido el de la limpieza e higienización de las ciudades, empezando por la capital del país.

Dada esa materia pendiente, el tema de la basura, su recogido, traslado y disposición final se mantiene como un dolor de cabeza cuando en otros países hace años que no sólo fue resuelto en cuanto a problema, sino que fue convertido en fuente de riqueza.

Batallamos contra un quebradero de cabeza que de no ser por los intereses que interfieren ya formaría parte de la historia.

Es el caso de Puerto Plata. Esa provincia hace unos años logró ir recuperando su antigua condición de principal polo turístico de la República Dominicana, el que si no es posible alcanzar de nuevo, por lo menos ha podido reponerse del descalabro en que cayó años atrás.

Sin embargo, hace un tiempo que se advierte sobre la posibilidad de que la basura tenga una repercusión dañina en el turismo, por lo que cualquier iniciativa encaminada a revertir esa posibilidad, lejos de ser atacada y torpedeada debería contar con el beneplácito de todos los sectores, principalmente los puertoplateños.

En ese sentido resulta injusto y hasta cierto punto maligno, que se haya emprendido una campaña de bombardeo mediático contra la iniciativa de la Alcaldía de Puerto Plata, de construir un relleno sanitario a las afueras de esa ciudad que vendría a ser una verdadera solución a un problema que amenaza la principal fuente de riqueza de esa ciudad.

El foco de contaminación que representa el vertedero a cielo abierto que opera en esa ciudad debería ser un motivo más que suficiente para aplaudir la construcción de un relleno sanitario con todas las características y especificaciones técnicas que se han seguido en otros países donde esas instalaciones, muchas veces, contribuyen a la vistosidad del paisaje de la zona.

Lo peor de todo es que muchos de los críticos del proyectado relleno han sido sistemáticos denunciantes del peligro que representa el vertedero actual, el cual con alguna frecuencia se ha incendiado provocando una humareda que ha llegado a afectar la llegada de cruceros, uno de los renglones que ha ayudado al repunte del turismo en “La novia del Atlántico”.

En el país ha florecido una cultura perniciosa de criticar todas las iniciativas que tienden a solucionar problemas, casi siempre sin ofrecer vías alternas, sólo oponerse por llevar la contraria.

La sensatez en este caso aconsejaba que una corriente de opinión unánime se volcara en defensa de un proyecto tan vital para el presente y el futuro de Puerto Plata.

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