Los dominicanos tendemos a no hacer las tareas en el momento en que deben ser hechas. Por uno de esos inexplicables avatares del destino, dejamos para después lo que debe hacerse hoy.
Este método pudo dar resultado en otra época, pero es un error grave en tiempos de comunicaciones instantáneas y de información accesible a todo el mundo de manera gratuita.
Un artículo de hace un par de días de The New York Times, criticaba la manera en que nuestro país manejó la reciente crisis del turismo. Básicamente, el artículo decía que lo manejamos tarde y mal, pues las respuestas no ofrecían seguridad al potencial turista de que teníamos control de la situación.
Lo mismo nos pasa con la grave situación que vive Haití, nuestro problemático vecino, que ya afecta las actividades económicas de nuestro país y eventualmente nos podría crear una crisis de gravísimas proporciones.
No es enviar soldados a la frontera que no podrán dispararle a multitudes sin crearnos una problema de imagen del cual no nos recuperaríamos, sino de anticiparnos a lo que se puede ver en el horizonte. Hacer la tarea ahora.