Brasil está decidida a impulsar el turismo náutico. Y para ello va a hundir hasta 25 barcos frente a la costa brasileña. Estos buques convertidos en pecios son un gran atractivo para los buceadores por su poder evocador. Pero además, cumplen una función de biotopo. Eso significa que pueden ayudar a asentar una población de fauna y flora marina, publica 20 minutos.
El programa prevé el hundimiento de 1.200 objetos en la costa de Brasil. El plan es lanzar al fondo de las aguas vagones, aviones, embarcaciones de varios tamaños, estatuas gigantes y vehículos blindados. Se hará, dicen las autoridades, en áreas amigables para el buceo.
El gobierno brasileño asegura que este plan de impulso del turismo de buceo supondrá el desarrollo de hoteles y resorts. “Queremos ubicar a Brasil como una ruta de turismo de buceo, como sucede en los países latinoamericanos. Queremos reformular las políticas públicas que combinan el desarrollo y la sostenibilidad para aprovechar el turismo brasileño “, dice el responsable brasileño.
Bucear en barcos hundidos es excitante, aunque tiene evidentes riesgos. Del éxito de los pecios como reclamo da cuenta, por ejemplo, esta web para buceadores. Se trata de buscar localizaciones concretas para bucear en buques hundidos.