Una contracción en el envío de remesas y un impacto sobre el turismo que puede ser duradero son algunas de las consecuencias que prevé la calificadora de riesgo Fitch Ratings sobre la República Dominicana y otros países de Centroamérica y el Caribe debido a la crisis que se avecina por la propagación del nuevo coronavirus.
“Las remesas enfrentarán una presión a la baja, mientras las medidas de distanciamiento social afecten al sector de servicios de Estados Unidos”, dijo Fitch en su más reciente reporte sobre la región.
Alertó que los países de América Central y el Caribe son “particularmente vulnerables a la esperada caída de las remesas y de los ingresos del turismo debido a la propagación del coronavirus”.
Ello, añade la calificadora, afectará el crecimiento, las finanzas públicas y las cuentas externas, aunque habrá algún alivio por los precios petroleros más bajos.
De acuerdo a la previsión de Fitch, el efecto sobre la balanza de pagos podría verse atenuado en aquellos países donde la industria del turismo más desarrollada es la del “todo incluido”, por el alto contenido de importación de ese sector que se vería reducido en los próximos meses.
En lo que respecta a las remesas, una de las principales fuentes de ingresos en divisas de República Dominicana y de varias naciones centroamericanas, la calificadora indica que la última vez que hubo una contracción económica comparable con la que se avecina, en el año 2009 con la crisis financiera, los envíos de dinero a familiares en los países latinoamericanos y del Caribe cayeron 15 %.
Y si bien Fitch estima que la fuerte caída de los precios petroleros que se ha registrado en los primeros meses del año podría compensar las cuentas fiscales de unos países altamente dependientes de los hidrocarburos, cree que no será suficiente.
“Los precios más bajos del petróleo podrían atenuar, pero no compensarán la pérdida de ingresos en moneda extranjera”, indica el reporte.
En el caso de la República Dominicana, el turismo representó ingresos en divisas por 7,468 millones de dólares en 2019, mientras que las importaciones de productos petroleros fueron de 3,545 millones de dólares el año pasado.
Fitch considera que la relativa estabilidad de los tipos de cambio en la región está relacionada con que se trata de economías más pequeñas y con mercados de capital menos desarrollados que tienen una menor exposición a los flujos de carteras.
No obstante, “la presión sobre las monedas podría aumentar a medida que caen los ingresos en divisa extranjera de las remesas y el turismo”, dice el reporte.