Tras el fin de la emergencia nacional, que estuvo vigente durante más de 100 días para evitar la propagación del COVID-19, solo 23 de las 101 instalaciones hoteleras más grandes del país reabrieron sus puertas este 1 de julio.
De acuerdo a los listados que manejan los operadores turísticos, la región del país con la mayor apertura de hoteles para julio será Punta Cana /Bávaro, que terminará el mes con 27 hoteles abiertos, para en agosto reabrir nueve más. En el marco de un regreso a las operaciones que será gradual, será en noviembre próximo cuando la región del Este cuente con unos 50 hoteles abiertos.
Samaná quedará aletargado hasta noviembre. Según los listados, no habrá muchas opciones para alojarse hasta llegado noviembre de este año, un mes antes de que empiece la temporada alta del turismo dominicano, cuando iniciarán operaciones al menos cinco instalaciones hoteleras.
En Puerto Plata se reiniciarán las actividades también progresivamente. Los datos de las agencias turísticas indican un regreso paulatino de las actividades para, en noviembre, tener más instalaciones abiertas.
Entre tanto, en el área de Boca Chica /Juan Dolio reabrirán los hoteles más grandes en agosto. Mientras tanto, La Romana / Bayahíbe volverá con una porción de hoteles en este mes, mientras que la otra mitad quedará para noviembre, previo a la temporada alta.
Los hoteles operarán con base en un protocolo que fue definido por el Ministerio de Turismo. En el mismo, el despacho gubernamental recomienda a los grandes hoteles no superar en julio una ocupación de 30 % de sus habitaciones para luego ampliarla hasta 50 % en agosto y llevarla al 75 % en diciembre. Eso para aquellos que tienen más de 500 habitaciones, a fin de que no se aglomeren huéspedes en áreas comunes.
Los hoteles con 100 a 500 habitaciones deberán mantener una ocupación de 50 % en julio, de 75 % a partir de agosto y de 100 % en diciembre. Entre tanto, aquellos con menos de 100 habitaciones podrán tener una ocupación de 75 % entre julio y hasta diciembre.
El retraso en la publicación de los protocolos fue una de las razones que llevó a varias cadenas hoteleras a mantenerse cerradas por más tiempo del que esperaban.
Entre enero y mayo llegaron al país un total de 1.53 millones de visitantes, unos resultados afectados por el cierre de las fronteras que se aplicó a partir de 20 de marzo y que mantuvo sin operaciones al segundo sector que más divisas genera para la economía.
Asonahores ha señalado que a la actividad hotelera le tomará más de un año recuperarse del COVID-19, si bien todo el panorama sigue lleno de incertidumbre.