China es el país de los récords. Como ejemplo, el gigante asiático inauguró hace apenas una semanas el puente de cristal más largo del mundo, pero poco antes había estrenado Crystal, el rascacielos horizontal más alto del mundo. Sí, horizontal, incluido en el Libro Guinness. 

Las locuras arquitectónicas no acaban aquí, sino que también cuenta con el parque de atracciones más impresionante y extremo del mundo, no apto para todo tipo de públicos.

Su nombre es Wansheng Ordovician y se encuentra en Chongqing, en una península sobre el río Yangtsé, en el centro del país. Allí se alza este complejo turístico construido en lo alto de una montaña a más de 1.300 metros de altura. De ahí que las vistas a la naturaleza salvaje que puebla el lugar sean ya un incentivo para conocerlo.

UN ARNÉS, LA ÚNICA PROTECCIÓN

Luego estarían las ganas de soltar adrenalina de sus visitantes, que antes de la pandemia de la Covid-19 llegaban a 7.000 cada día. Para empezar, el parque (cuya entrada es de 180 yuanes, algo menos de 23 euros) dispone de un puente de estilo tibetano suspendido a 123 metros de altura sin ningún tipo de red o barandilla. La única sujeción que tienen las personas que se lanzan a probarlo es un arnés. Además, las tablas sobre las que hay que pasar están separadas a una distancia que llega en algunos tramos a 1,2 metros, por lo hay que saltar. En otras partes del recorrido hay que tirar de cuerdas para poder pasar el puente.

Pasarelas cristal del parque chino.

Existen varios puentes más dentro de Wansheng Ordovician, como el que está aupado a 150 metros sobre un acantilado, compuesto por una serie de varillas de metal huecas, de forma que se vuelve más resbaladizo. Lo mismo ocurre con un tercer puente colgante cuyo suelo de es cuerda, por lo que la estabilidad brilla, una vez más, por su ausencia. El arnés vuelve a ser la única protección de los osados turistas.

ENTRE PAREDES ROCOSAS

Otra de las complicadas pruebas del parque temático es Sky Porch, una plataforma de cristal completamente transparente con forma de A que se asoma por encima de la cascada Taurus, ubicada a más de 300 metros de altura. Además, dispone de un apéndice que sobresale desde una pared rocosa sostenida a través de cables de acero. Estamos ante la atracción más larga del mundo de estas características extremas, como ha certificado el propio Libro Guinness de los Récords. Por si fuera poco, existe la opción de acampar en esta pasarela transparente y pasar la noche en ella.

Los columpios de Wansheng Ordovician.

Hay más en Wansheng Ordovician, ya que uno también se puede subir a un columpio que se balance a más de 300 metros sobre un vertiginoso precipicio. La sensación de caída al vacío es brutal, según quienes han probado la experiencia. El parque temático también ofrece actividades de barranquismo, kayak o senderismo, demasiado light para las almas más inquietas que suelen acabar aquí.