Estamos acostumbrado a leer noticias que llegan desde las regiones más frías de Rusia y que apuntan a nuevos récords negativos de temperatura. Sin embargo, pocas veces habíamos visto testimonios gráficos de un extraño fenómeno meteorológico, la lluvia engelante, y ahora las redes sociales echan humos con vídeos que muestran las consecuencias que puede tener.
La ciudad de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, ha sido el último lugar en el que se ha producido este fenómeno. Tal y como explica Meteored, la lluvia engelante se produce cuando algunos frentes arrastran aire templado en sus niveles medios; eso provoca que, al precipitar, se funda la nieve; sin embargo, cuando las temperaturas siguen siendo muy bajas en la superficie, esa nieve fundida se sobreenfría y se congela al instante al tocar el suelo o cualquier objeto.
Los problemas derivados de la lluvia engelante son muchos, ya que el hielo que se forma al instante crea una superficie resbaladiza en cualquier objeto que haya quedado expuesto a la lluvia. Las carreteras se convierten en pistas de patinaje, los coches aparcados quedan totalmente congelados y hasta las líneas eléctricas sufren las consecuencias.
Los peligros de la lluvia engelante
Esa exposición genera que en apenas unas decenas de metros de tendido eléctrico lleguen a acumularse decenas miles de kilos de hielo, provocando que llegue a colapsar y afectando a la red eléctrica. En Vladivostok aseguran que llevaban más de 30 años sin sufrir este extraño fenómeno climatológico que ha sepultado la ciudad bajo el hielo.
Sin embargo, España también ha sufrido algunos episodios de lluvia engelante. Es un fenómeno relativamente común en invierno que se da en cotas altas de las montañas cuando se produce el paso de frentes cálidos. Sin embargo, también puede producirse en las mesetas, como se ha podido ver en un post que se ha hecho viral en las redes sociales.
Aunque, en estos casos, la duración el fenómeno suele ser muy corta (al contrario de lo que sucede en otras zonas del mundo), sí que ocurren cada cierto tiempo. En esas fotografías tomadas en febrero de 2018 en Valladolid, se puede ver cómo el hielo se acumula los árboles, aunque apenas provocó problemas ya que en dos horas se fundió por completo.