En realidad no es uno, sino tres puentes peatonales entrelazados de 185 metros de envergadura los que encontramos en la ciudad de Changsha, a 1.500 kilómetros al sur de Pekín. Inspirado en la cinta de Moebius y en el arte tradicional chino de anudar, fue diseñado por los arquitectos holandeses del estudio Next.