El mundo de la aviación no está para fiestas. Sin embargo, desde el próximo día 14, en Dubai, y por cuatro días, está programado el Dubai Airshow, al que suelen acudir los principales fabricantes de aviones con sus últimos productos y las aerolíneas. Este año no sabemos si habrá aerolíneas y, por consiguiente, si habrá interés en la feria. Pero ayer se supo que al menos habrá un motivo para acudir: Boeing presentará finalmente la primera unidad del famoso B 777X, que comparecerá en el mercado con un retraso de varios años y que no está listo para ser comercializado. Se trata del avión más ancho del mundo, al que se le doblan las alas para no tener que reorganizar los aeropuertos en los que aparca.

Para Boeing, ni qué decir tiene, es un momento fundamental tras dos años de crisis interminable. “Esta es la oportunidad perfecta para decirle al mundo qué importante es nuestra industria”, explicó Kuljit Ghata-Aura, presidente de la rama de Boeing para Oriente Medio, Turquía y África.

Presentar el avión, por cierto, no acaba con los problemas porque el mercado está hoy inundado de aviones, incluso prácticamente nuevos, que nadie quiere operar. Hay incontables compañías que han reducido flota, otras que han quebrado, y esos aparatos inundan los cementerios de aviones.

Aparte de este avión, hasta el momento no hay más novedades. Etihad presentará avances en sus Dreamliners para mejorar la sostenibilidad. Flydubai, filial de Emirates, presentará sus 737Max, que están ya por todo, aunque en este caso en una versión que ahorra un poco más de combustible.

Y poco más. Ahora a esperar a ver si aparecen operaciones de compra a lo largo de esta feria.