El sector turístico comparte el pesimismo de cara a enero ante la sexta ola, aunque en paralelo exhibe un fuerte optimismo para verano, debido a que perciben que los grandes emisores están ahora incluso buscando más camas, según han revelado varios directivos a Preferente.

Las perspectivas para enero y febrero son funestas, tras las restricciones internas y de los dos principales mercados extranjeros como son Reino Unido y Alemania. La cifra disparada de contagios por Ómicron tanto en España como en Europa imposibilita una actividad de viajes masiva en el arranque de 2022.

Sin embargo, el brusco descenso de contagios en Sudáfrica, donde se originó la cepa, insufla optimismo de cara a que esta variante sube muy rápido pero también desaparece bastante antes que las demás, con lo que se espera que para finales de enero ya se perciba una clara remisión.

Pese al desánimo actual ante las restricciones en plena Navidad y el hartazgo tras casi dos años con las libertades reducidas, los gigantes emisores europeos vienen pidiendo en los últimos días un aumento de plazas para verano respecto a las ya contratadas en las semanas previas.

Además, los grandes bancos de camas también están volviendo a pedir garantías para los hoteles, de cara a asegurar camas al contemplar un escenario de más demanda que oferta, tras dos años de consumo de viajes contenido y ante la esperanza de que no explote durante junio y julio otra ola como ocurrió en este 2021.

Así, el sentir del sector turístico es absolutamente dispar entre las perspectivas para las próximas semanas y las de este verano, que es donde se juega el grueso de ingresos del año.