Aunque esos cetáceos comenzaron a llegar desde finales de diciembre, es a partir de ahora que se incrementa la presencia de adultos y crías que nadan en las costas norte y noreste en los bancos de La Plata y de La Navidad, conocidos como el Santuario de las Ballenas.
En los meses de la primavera, verano y otoño, estos mamíferos viven en las aguas frías del Atlántico Norte y en invierno inician una larga travesía hacia los mares tropicales para aparearse, dar a luz y luego retornar a su zona de alimentación.
La temporada de observación de los mamíferos marinos fue bautizada este año como Una danza que perpetua la especie y se extenderá hasta el 31 de marzo para la Bahía de Samaná, en la provincia homónima, y hasta el 15 de abril para el Banco de La Plata, en la provincia Puerto Plata.
Con sus impresionantes saltos, sus coletazos o aletazos, las ballenas jorobadas ofrecen un verdadero espectáculo a los miles de turistas de diferentes nacionalidades que cada año llegan a la zona de observación.
Esos animales ienen una longitud de hasta 16 metros y un peso aproximado de 36 mil kilogramos.
Poseen una complexión singular, con aletas pectorales largas y cabeza nudosa, y son acrobáticos: con frecuencia se impulsan sobre la superficie para luego golpear el agua.
Los machos emiten un canto peculiar, el cual dura entre 10 y 20 minutos y parece desempeñar una función en el apareamiento.
Se calcula que existen unas 80 mil ballenas jorobadas en todo el mundo y es habitual ver muchas de ellas en etapa de reproducción frente a las costas de Ecuador, Colombia, Venezuela, México, Canadá, Estados Unidos, República Perú, Costa Rica, Puerto Rico y esta nación.