El de los cruceros ha sido uno de los sectores turísticos más golpeados en los tiempos especialmente crudos de la pandemia, pero también uno de los que mejor ha sabido reaccionar ante el nuevo panorama que se avecinaba. La activación de exhaustivos protocolos sanitarios a bordo, la reducción de los aforos para garantizar el distanciamiento social, la realización de tests de antígenos antes, durante y después de la travesía o la modificación del clásico bufé para interactuar lo mínimo posible son algunas de las medidas adoptadas por la mayor parte de las navieras a lo largo y ancho del globo.

Se une a todas ellas la utilización de la última tecnología para detectar posibles casos de contagio a bordo. Como ejemplo, destacan las «pulseras electrónicas que monitorean al viajero las 24 horas del día para saber con quién ha estado en contacto si fuese necesario hacer un seguimiento», explica Fernando Pacheco, director general de la compañía MSC Cruceros en España.

Con toda esta batería de propuestas, estos gigantes del mar han podido volver a surcar las aguas de medio mundo encarando con optimismo el nuevo año que acaba de arrancar. No en vano, aunque todavía se está muy lejos de alcanzar las cifras de 2019 -ese año, el sector batió su propio récord de viajeros, al superar los 30 millones en todo el mundo, según CLIA, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros-, el número de travesías no ha dejado de crecer desde el pasado verano, cuando la mayoría de las navieras decidió reiniciar sus operaciones después de casi un año y medio de parón a causa de la crisis sanitaria.

UN FUTURO OPTIMISTA

Durante el último cuatrimestre de 2021, entre el 75 y el 80% de los buques estaban en funcionamiento, según los datos que maneja CLIA, y se espera que a lo largo de 2022 se llegue ya al 100%, unas perspectivas más que optimistas pese a la inesperada sexta ola de la pandemia que ha vuelto a amenazar, una vez más, la buena marcha del sector. En el caso de Europa, por ejemplo, existe «un elevado interés por volver a viajar en crucero en los próximos meses, habiendo una demanda acumulada para todo este año», asegura Alfredo Serrano, director de CLIA en España.

En ese sentido, el experto tiene claro que el sector alcanzará «la plena recuperación» en este 2022. «Nuestros miembros han hecho los deberes de forma rigurosa, con una política que refuerza su compromiso con las personas. Es el momento de continuar explicando los protocolos y las medidas para generar confianza entre los clientes, apoyándonos en los excelentes resultados cosechados estos últimos meses», añade Serrano.

LOS ÚLTIMOS EN LLEGAR

Que la industria no para es una realidad de la que dan fe Royal Caribbean o MSC Cruceros. Ambos eligieron el Caribe (y el mes de noviembre) para botar sus nuevos barcos, Odyssey of the Seas y MSC Seashore. El primero sale de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos) para continuar sus travesías de seis y ocho noches por el Caribe del sur, oriental y occidental, donde lleva navegando 52 años. La ruta incluye una parada en su isla privada, la paradisiaca CocoCay. La nave de la clase Quantum Ultra (la más top de la naviera estadounidense) cuenta con piscinas en cubiertas de estilo resort; un trampolín de realidad virtual; simuladores de surf y paracaidismo; una cápsula de cristal con vistas de 360º a 90 metros sobre el nivel del mar…

El nuevo MSC Seashore, por su parte, ofrece itinerarios de tres a 15 noches desde Port Miami y Port Cañaveral con escalas en Nassau (Bahamas), Puerto Plata (República Dominicana), Ocho Ríos (Jamaica), George Town (Islas Caimán) y Cozumel (México), entre otras localizaciones. El más largo de los 19 barcos de la compañía (tiene 339 metros de eslora) dispone de cinco piscinas, 11 espacios gastronómicos, un parque acuático, un cine 5D…

ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE

En estos tiempos que corren, los lugares exteriores con suficiente distancia social están más demandados que nunca. Y ésa es precisamente una de las bazas de los nuevos barcos de la clase superior Prima de Norwegian Cruise Line (NCL): cuentan con el mayor espacio al aire libre en la cubierta de un crucero. Son las señas de identidad de Ocean Boulevard, con su terraza de 13.000 m2 en la que pasear, sumergirse en piscinas infinitas con vistas al océano o caminar sobre el agua a través de dos impresionantes puentes de cristal.

También se puede cenar bajo las estrellas en el primer mercado al aire libre en alta mar, con 11 opciones culinarias para elegir. Todo esto llegará en verano con la inauguración del Norwegian Prima y sus itinerarios por el norte de Europa. Luego realizará un viaje transatlántico de 12 días desde Southampton a Nueva York para continuar en otoño atravesando el Caribe.

LA ANTÁRTIDA DE LUJO

Si hay un destino del que se enorgullezca la naviera Silversea, especializada en travesías íntimas de lujo, es la Antártida. Y más aún esta temporada, en la que parten por primera vez desde el puerto chileno de Puerto Williams, el más austral del mundo. «Estamos emocionados al liderar el regreso de los cruceros de expedición de ultralujo en la Antártida», afirma Roberto Martinoli, presidente y CEO de la empresa.

Sus clientes podrán disfrutar, además, de un vuelo privado directo de Santiago a Puerto Williams, un atractivo . «Esta ruta no se ha operado durante más de 30 años y la retomamos ahora». Quienes opten por este viaje, descubrirán rincones únicos como la Península Antártica, las Islas Shetland del Sur, las Malvinas, Georgia del Sur o incluso el Círculo Polar Ártico en recorridos con una duración de hasta 20 días.

RECORRIDOS FLUVIALES

No todo va a ser alta mar en el universo crucerista. Los recorridos fluviales ganan cada vez más adeptos. Del Duero al Guadalquivir, el Rhin, el Volga, el Sena, el Nilo o, por qué no, el Mekong o el Amazonas. Las opciones son infinitas y recorren los ríos de medio planeta. Los hay exprés (de un fin de semana incluso) o de siete días, pero también extralargos, de hasta un mes (o más), sobre todo si se pone rumbo al Lejano Oriente o América Latina.

Basta echar un vistazo a la oferta de navieras especializadas como CroiseEurope, Scenic, Crystal Cruises o Emerald Cruises para elegir el escenario más apetecible. A bordo, las instalaciones y las actividades no tienen nada que envidiar a las de los barcos comerciales de dimensiones mastodónticas que cruzan los océanos. Hay de todo allí dentro: suites en forma de exclusivos lofts, cursos de cocina, zumba, yoga o astronomía, restaurantes capitaneados por chefs con estrella Michelin, solariums en cubierta, spas para obsequiarse con un masaje a cuatro manos, mayordomos disponibles las 24 horas…