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Espere este domingo 28 de abril
"¿Quieres un check-in temprano en el hotel? Esto es lo que sucede detrás de escena."
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Pegasus, Orión o Perseus. Hay que elegir constelación de estrellas al reservar en la Masía El Cabrero (www.masiaelcabrero.com) pues así se denominan sus tres espaciosos apartamentos decorados con mimo y buen hacer artesano. Destino perfecto en la turolense comarca del Maestrazgo para iniciarse en el astroturismo. El cielo sin contaminar es el mayor lujo de la aislada masía. Por la mañana nos espera el pueblo más cercano, Villarroya de los Pinares, que entre sus piedras esconde tesoros del medievo y de la presencia de los templarios. Acompañados a ritmo personalizado (www.tguio.es) nos atrevemos incluso a conectar con la naturaleza a flor de piel mediante un baño de bosque… basta con dejarse guiar.
Con el empeño de rescatar los huevos de sepias y calamares atrapados en las redes de los pescadores del Empordà, una jornada con el proyecto Sepia (www.projectesepia.com) ayuda a repoblar las aguas de las bahías de Roses y Pals.
Observar bajo el agua las líneas donde los juveniles de sepia y calamar crecen o devolverlos al mar son experiencias de turismo sostenible que despiertan conciencia en familia. Para conocer el macizo montañoso de Montgrí, el entorno frente al que habitan los cefalópodos, embarcamos en cualquiera de los puertos de l’Escala y l’Estartit (www.nauticaescala.com; www.cnestartit.com). Bonita costa recortada de calas y cavidades naturales donde vivieron los primeros pobladores prehistóricos de la Costa Brava. Si lo nuestro no es la navegación, por tierra se puede recorrer dicha alineación montañosa paralela al mar a través de un camino de ronda hasta divisar un antiguo refugio de piratas, las islas Medes.
Entre pinares y vistosas torcas por la Serranía de Cuenca para, en la confluencia del río Escabas y el arroyo de las Truchas, encontrar el parque cinegético de El Hosquillo (www.parqueelhosquillo.com). Un refugio natural de agreste paisaje rocoso salpicado de pinos albares y negrales donde los osos pardos y lobos ibéricos son los protagonistas de una experiencia salvaje. Además sorprenderá la aparición de corzos, jabalíes, buitres leonados e incluso el águila real o la calzada sobrevolando su territorio. Pero sin duda es el oso pardo la estrella natural. De robustas proporciones y magnífico pelaje vive en semilibertad en el Rincón del Buitre, un extraordinario anfiteatro de roca caliza. Al salir del parque nada mejor que ascender un kilómetro hasta la Peña del Reloj. A 1.574 metros de altitud, la perspectiva de los dos valles recortados por farallones y parameras resulta espectacular para abarcar en tres dimensiones la Serranía de Cuenca.
Entrar en contacto con rebaños de ovejas latxas y vacas de una granja vizcaína en la sierra de Urkiola (www.alluitznatura.com) aportará divertidas sensaciones rurales para toda la familia. Basta con conocer los primeros pasos artesanales de la transformación de la lana, contribuir al ordeñado de una vaca, esquilar una oveja, dar el biberón a un cordero o compartir las destrezas de manejo del rebaño de un perro pastor para que en Alluitz Natura -en Abadiño, en la zona meridional de la comarca del Duranguesado- nos sintamos auténticos pastores. Una de las rutas más espectaculares en el entorno de Abadiño es la conocida como del vino y pescado. Señalizada como GR 38, conectaba la costa vizcaína con la meseta castellana a través de Álava. Por ella viajaban el pescado cantábrico hacia el interior peninsular y la lana castellana al puerto vizcaíno, para desde allí partir hacia Europa.
El mejor mirador pirenaico desde el occidente leridano, la sierra del Montsec, posee un recorrido de vértigo en el desfiladero o Congost de Mont-Rebei. Un paraje natural de excepción que debe su fama a un protagonista único, el río Noguera Ribagorzana. Ninguna vía de transporte ha logrado adentrarse en el cañón, salvo un viejo camino de herradura que, prendido a tramos de la roca, comunicaba con el norte hacia Puente de Montañana, en Huesca. Magnífica frontera natural entre Aragón y Cataluña y un desafío al que asomarnos de diferentes maneras, pero siempre buscando un panorama excepcional. Por ejemplo, se puede seguir el curso fluvial, retenido en el embalse de Canelles, a bordo de un kayak o una embarcación eléctrica. Los 500 metros de perspectiva que ofrecen las paredes rojizas levantándose sobre el caprichoso recorrido fluvial se imponen desde los primeros metros. También es posible hacerlo a pie por la senda que desde Corça se prende de la ladera, tallada en la roca, en la zona más angosta del desfiladero donde apenas veinte metros separan sus paredes. Asomada a la entrada del desfiladero, en un mirador extraordinario sobre un espolón rocoso, la iglesia de la Mare de Deu de la Pertusa domina la panorámica más aguileña del cañón.
El parque de la naturaleza de Cabárceno (www.parquedecabarceno.com) fue una ancestral explotación de hierro, ya conocida por los romanos, que en la actualidad es hogar de más de un centenar de especies animales del mundo. Se necesita una jornada para recorrer las 750 hectáreas que abarca y moverse por sus sendas, antiguos trazados de tren minero, en vehículo propio o mediante los cinco trayectos de teleférico que surcan su espacio aéreo.
El globo aerostático se ha desvelado como una de las más emocionantes experiencias para abarcar los viñedos riojanos recortados entre campos de cereal y la Sierra de Cantabria. Estamos en pleno valle del Ebro, en la localidad de Haro, y esta experiencia es apta (www.globosarcoiris.com) para cualquier edad, con más de 1,20 de altura. El globo llega a levantarse hasta 1.500 metros sobre el suelo. Después del bautismo de altura nada mejor que poner pie en tierra recorriendo la riqueza cultural de la Herradura, como se conoce al casco histórico de Haro.
Los amantes de los grandes dinosaurios y de félidos como el tigre diente de sable, que habitaron la Tierra hace ocho millones de años, tienen una apetecible cita en Teruel. En forma de maquetas a tamaño real han resurgido en el paisaje de sabana que habitaron ofreciendo una emocionante experiencia entre gigantes gracias al Safari por el Turoliense (turismocomarcateruel.com/dino-experience/un-safari-por-la-sabana-turoliense). El recorrido comienza en la localidad de El Pobo y a través de hallazgos de valor paleontológico, como los rastros de huellas alrededor de la localidad de Galve, ofrece un viaje único entre animales de leyenda.
Esta propuesta plantea la posibilidad de dormir en la copa de un árbol (www.dormirenlosarboles.es) disfrutando de las amplias vistas de la Sierra de Gata cubierta de vegetación mediterránea entre robles, alcornoques y encinas. Una aventura en sí misma a la altura de los pájaros que encantará a pequeños y mayores desde el amanecer. Las condiciones ecológicas del alojamiento en plena naturaleza cacereña, junto a la localidad de Villasbuenas de Gata, preparan para recorrer las sendas serranas, atreverse con el frescor de las aguas que recorren sus gargantas o disfrutar de las propiedades de las aguas termales en los cercanos Baños de la Cochina, una curiosa zambullida en lodo.
