Las declaraciones del presidente Abinader y el artículo de opinión del encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en el país defendiendo la firma de un Tratado de Cielos Abiertos entre ambos países dejan pocas dudas al respecto: el acuerdo parece inminente.
La Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA) ha manifestado reiteradamente y desde hace años su oposición a un acuerdo de ese tipo, considerando que las líneas locales saldrán gravemente perjudicadas. Denuncian la ausencia de políticas estatales y un marco tributario que permitan competir en igualdad de condiciones con las líneas que llegarán y exigen decisiones que promuevan el fortalecimiento de la oferta aérea nacional.
No se ha dado a conocer el acuerdo en sus detalles ni condiciones. De cualquier forma, el cliente de unas líneas u otras demanda, desde hace muchos años y sin éxito, que se vayan desmontando una serie de impuestos que hace que el tíquet aéreo comprado en República Dominicana -no olvidar que es una isla- sea extraordinariamente caro. Veremos si el Estado, tras el acuerdo, se aviene a “perdonar” algunos de estos cobros.