Cuando un avión a reacción pone en marcha sus motores comienza a absorber aire con gran potencia, pudiendo arrastrar cualquier cosa que esté a poca distancia. No es la primera vez que un empleado de la aviación muere por este motivo. Y ha vuelto a ocurrir.
Esta vez la desgracia tuvo lugar en el aeropuerto Montgomery Regional, de Alabama, según confirmaron las autoridades americanas. Un avión de Piedmont Airlines, que opera para American Airlines y procedía de Dallas, se ‘engulló’ a un trabajador encargado de descargar maletas. El avión acababa de llegar a su aparcamiento, tras aterrizar y rodar por las pistas buscando su emplazamiento. Ya se le habían puesto los calzos que inmovilizan la aeronave. En ese momento, obviamente antes de que los motores se paralizaran del todo, el empleado fue arrastrado por el poder del aire.
La NTSB, organismo estatal que investiga los accidentes, ha tomado el control de las pesquisas para saber cómo ha sucedido. Aún no se ha difundido el nombre de la víctima que se facilitará localmente en las próximas horas.
El avión era un Embraer E175.
Según la CNN, el trabajador se encontraría en la pista cuando ocurrió el accidente. Los trabajadores de maletas pueden moverse por la pista incluso cuando los aviones tienen los motores encendidos, pero estos movimientos están restringidos en el espacio para evitar ser arrastrados hacia el avión o, también, para no ser despedidos por su fuerza en la parte trasera.
En España, en Tenerife, Canarias, un mecánico de la aerolínea LTE, con base principal en Mallorca, murió el 16 de junio de 2008, cuando un avión A320 que tenía que volar a Polonia succionó al empleado en una prueba de funcionamiento de los motores.