¿Estamos listos para usar taxis voladores?

¿Estamos listos para usar taxis voladores?
¿Estamos listos para usar taxis voladores?

Pero con un salto tecnológico tan grande en tan poco tiempo, muchos se hacen la misma pregunta ¿son seguros? El director de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, Patrick Ky, ha asegurado que sí. «Mi trabajo consiste en asegurarme de que los únicos vehículos que puedan volar sean seguros. Así que si hay algo volando es que es seguro porque lo hemos certificado y cuando decimos certificado queremos decir que comprobamos que tenga el mismo nivel de seguridad que un avión comercial. Así que, sí, si vuela en 2024, es porque es seguro. De lo contrario, no volará», ha defendido.

Uno de estos taxis aéreos no tripulados ha sido presentado en una exposición en Bruselas y aspira a estar en funcionamiento para los Juegos Olímpicos de París 2024. En poco más de año y medio se espera que transporte a personas por toda la ciudad. Los 18 rotores totalmente eléctricos del conocido como Volocity no producen emisiones, son cuatro veces menos ruidosos que un helicóptero y son capaces de realizar trayectos de unos 20km.

Un componente ecológico que encaja perfectamente con la estrategia de drones de la Comisión Europea, que quiere integrar los taxis aéreos en la iniciativa de ciudades «inteligentes, verdes y digitales» de la UE.

La estrategia pretende seguir desarrollando tanto el mercado europeo de drones como las operaciones comerciales a gran escala para su uso con otras finalidades. «Uno de nuestros proyectos, SAFIR-Med, ya nos muestra la importancia de transportar equipos médicos, muestras de sangre, órganos, lo que sea, de un hospital a un laboratorio o a otro hospital. Es más seguro, más rápido y más sostenible», ha explicado Andreas Boschen, director ejecutivo de la Empresa Conjunta de Investigación 3 ATM del Cielo Único Europeo

Un estudio realizado en toda Europa muestra que la aceptación a que haya entregas médicas con drones supera con creces el 50%, algo que no sucede en el caso de los taxis y los servicios personales.

Tras ello, llega el problema del precio. El coste actual no permite que la mayoría de gente pueda pagar un taxi aéreo, pero Bruselas y los fabricantes esperan que esto cambie en un futuro próximo.