La actividad turística en el Caribe es variada. Los visitantes tienen la posibilidad de disfrutar de playas paradisíacas y ríos de agua fría, rutas en crucero, excursiones por las ciudades históricas y degustar el plato típico de cada país. Para República Dominicana, esta industria aporta importantes ingresos a la economía.

Sin embargo, los destinos turísticos se enfrentan a diversos retos sociales y económicos para asegurar su trascendencia en el tiempo. Quisqueya no está excluida. Para recibir más de ocho millones de turistas en 2023 requiere de la ampliación de nuevas infraestructuras.

Así lo aseguró el vicepresidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), Andrés Marranzini, en conversación con elDinero. “En este 2023 se construirán unas 4,000 habitaciones hoteleras, lo que permitirá acoger a más turistas extranjeros y dominicanos no residentes”, dijo.

El ejecutivo destacó que aún persisten retos en la industria de viajes y turismo local, como los precios de los hidrocarburos y la conectividad aérea.

Con la creación de nuevas rutas aéreas que conectan a República Dominicana con potenciales mercados emisores de turistas provocaría el flujo de pasajeros, lo que contribuye a mayor generación de divisas y nuevos puestos laborales.

“Hay algunos vuelos que se nos han cancelado procedente de Europa y para compensarlo estamos trabajando para aumentar los pasajeros de América Latina”, agregó.

Marranzini sostuvo que República Dominicana está diversificando su oferta turística mediante la promoción de otras modalidades, como la deportiva. Asimismo, expresó que los pilares del sector están conformados por los recursos naturales, el capital humano y la políticas públicas dirigidas a conservar los ecosistemas, lo que brinda un valor agregado a los visitantes internacionales.