Mientras en Europa aplica limitaciones y restricciones ecológicas para que los viajeros no usen los aviones –o eso decimos—el domingo 30 de abril se batió el récord de pasajeros en India: nada menos que 456 mil personas se subieron en un avión, en 2.978 vuelos. Sólo hablamos de rutas interiores, lo que nos da una idea de cómo van las cosas.
En relación a la población, la cifra de viajeros es mínima. Pero las cosas están saliéndose de control. En apenas los tres primeros meses de este año, que no son temporada alta pero tampoco encajan en nuestras categorías, volaron 37,5 millones de personas, según dijo el ministro de Aviación, Jyoriradityya Scindia.
Es probablemente más significativo decir que el número de viajeros ha aumentado un 51 por ciento, descontrolando los dos años de Covid en los que hubo contención.
Sólo desde ahora en adelante el gobierno piensa inaugurar cien aeropuertos nuevos, de los que unos pocos reemplazan a otros existentes.
El tráfico aéreo en India lleva tiempo creciendo al doble del crecimiento del PIB local, que va también bastante desbocado.
Las dos aerolíneas que más crecen son Air India y IndiGo, mientras que acaba de presentar suspensión de pagos Go First, primero aduciendo cuestiones técnicas pero más tarde admitiendo su quiebra. Unos 50 aviones dejaron de volar momentáneamente.