“No sé cómo pueden pensar en salir de esta tierra, República Dominicana lo tiene todo”, fueron las palabras que en un español entrecortado, por el poco dominio del idioma, dijo July Çakmak, una joven turca que vacacionaba por cuarta vez en Punta Cana, provincia La Altagracia.

Tiene sentido que Cakmak sea recurrente al visitar Punta Cana, esto debido a la calidez de su clima, el azul de sus playas y la hospitalidad de su gente; sobre todo quienes se dedican en cuerpo y alma al servicio hotelero, como es el caso de Deybi Tavárez.

Deybi es un joven de 25 años que se tomó la tarea de explicar con sus vivencias a reporteros de Listín Diario por qué los empleados dentro de las cadenas hoteleras tienen un servicio de tan aclamada calidad.

Según lo narrado por Tavárez, quien es camarero en dos hoteles de esa zona turística dominicana, es tradición que desde pequeños en el este del país los niños comiencen a estudiar inglés con el sueño intrínseco de trabajar en un resort, y una vez lo logran se visualiza como un sueño realizado que los lleva a ofrecer al turista el mejor de los tratos.

“¿Qué te digo?, aquí uno crece soñando con servirle al turista, con hablar inglés con ellos. Aquí desde los 4 años ya el niño va diciendo cosas en inglés, porque crecemos con la mentalidad de entregarle el corazón al turismo”, dijo Deybi.

“Y bien que les ha salido”, se pegó Valeria Carmona, una colombiana, quien interrumpiendo el conversatorio con Deybi aprovechó para afianzar lo que el joven camarero le explicaba a este diario.