Turismo y desalinización en Bávaro-Punta Cana

El problema del agua es ya grave en nuestro pais. Se han secado más de 400 ríos, algunas presas no almacenan el volumen del líquido requerido y la escasez se agrava con las sequias. El agua escasea en algunos centros urbanos a medida que el cambio climático hace las sequias más frecuentes e intensas. Peor aún, el turismo consume una inmensa cantidad del líquido y es responsable del galopante agotamiento del Acuífero del Este. Si los hoteleros de esa región no comienzan a desalinizar pronto el turismo podría entrar en una grave crisis de sostenibilidad.

Fue en el 2011 que por primera vez el INDRHI dio la voz de alarma sobre este grave problema de la Costa Este. Su director de entonces, el Ing. Frank Rodriguez, se reunió con ASONAHORES y le trajo una experta holandesa para presentarles los métodos de desalinización. Nadie hizo caso y el problema del agotamiento del citado Acuífero se ha agravado.

En su libro “La cultura del agua” (2017) Rodríguez “vaticinó que la sostenibilidad a mediano plazo de la actividad turística en la región Este estará condicionada a la disponibilidad de agua en cantidad y calidad adecuada. Citó que en esa región la demanda de agua pasará de 22 millones de metros cúbicos por año a 197.7 al 2025 con el agravante del aumento de la intrusión salina, sobre todo en la provincia La Altagracia, donde está el mayor crecimiento hotelero”.

Señaló que en la zona de Bávaro-Punta Cana, los hoteleros han tenido que movilizar la ubicación de sus pozos hasta nueve kilómetros de la costa cuando antes los tenían a dos kilómetros. “Los hoteleros deben mover sus bombas y perforar nuevos pozos tierra adentro a medida que el fenómeno avanza. En algunos puntos la interface entre agua salada y dulce se encuentra a 12 y 14 kilómetros y en otros casos aún mayor la distancia. Un aumento de consumo lleva a una mayor extracción en los pozos y por tanto a un avance del proceso de intrusión marina”.

Una investigación de la PUCMM del 2018 identificó 112 pozos de extracción de aguasubterránea en Bávaro, distribuidos en 22 campos de pozos construidos y administrados por 19 complejos hoteleros estudiados. Las cifras excluyen los pozos existentes en la red del Inapa y otros pozos privados.”

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Existe la opinión técnica de que los pozos pueden manejarse de una forma tal que permita su continuada explotación. En el 2019 un funcionario del Ministerio de Medio Ambiente afirmó que “el acuífero tiene capacidad suficiente para abastecer la demanda que se proyecta para los próximos 20 años, recomienda hacer la explotación de una forma adecuada, con pozos que no sean excesivamente profundos y con caudales moderados”. Se requiere un “sistema de control y de planificación del balance hídrico del acuífero, que se lograría mediante la recolección de aguas servidas, su tratamiento y su reinyección al acuífero”. El complemento sería un acueducto y medios de desalinización del agua del mar.

“Con la resolución 06/2019, el INAPAinstruyó al Comité de Compras y Contrataciones de la institución para que elabore el pliego de condiciones para una licitación pública nacional para la construcción y operación del acueducto y alcantarillado del Polo Turístico de Punta Cana-Macao, tomando como base el proyecto de iniciativa privada presentado por PCVC Acueductos & Alcantarillados, cuyo costo se estima en US$200 millones. Abarcaría un perímetro de 416,871,950 metros cuadrados.” Esa obra no ha comenzado todavía. En el Presupuesto del Estado 2023 se incluyó 1) el Alcantarillado Sanitario Bávaro–Punta Cana Región Este, y 2) Acueducto Múltiple Región Este (US$616 millones), a través de INAPA. Pero estas obras no se han comenzado.

Para ser sostenible la OMT ha señalado que la industria turística no solo debe descarbonizarse sino también contrarrestar la huella del agua que sus operaciones generan. “Aunque el turismo no es un gran consumidor de agua (alrededor del 2%) en comparación con la agricultura o la industria, a menudo se centra en regiones y áreas donde la escasez de agua es una realidad. La desalinización es una solución eficaz para mercados como el turismo que requieren un servicio de alta calidad y una fiabilidad completa, y en los que los clientes o los gobiernos pueden permitirse pagar por ello.”

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De ahí que frente a el actual desafío que representa la situación del agua de la Región Este y la imperiosa necesidad de planificar el suministro demandado por el creciente auge de ese polo turístico es preciso que se inicien diligencias para que la desalinización se incorpore como un componente esencial de su balance hídrico. “Con una planta desalinizadora en un hotel se puede asegurar que siempre tendrán agua potable dentro de sus instalaciones que cumpla con la calidad establecida en las NOM. Para conocer a fondo como es el proceso de desalinización te invitamos a leer: ¿En qué consiste el proceso de desalinización?

Según una empresa de desalinización, “Hoy en día existen más de 21.000 plantas de desalación en todo el mundo, enfocadas a distintos usos. Con un CAPEX de 15.236 millones de dólares y con una capacidad contratada de 5,42 millones de metros cúbicos/día en 2020, la desalación se ha convertido en una tecnología madura que ha conseguido producir agua potable de muchísima calidad en los cinco continentes del planeta. La desalación supone una solución eficaz para aquellos mercados que requieren de un servicio de alta calidad y una completa fiabilidad.” Esa empresa opera 58 plantas de desalinización a lo largo de toda la costa egipcia.

El costo de la desalinización ha militado en contra de su uso en los hoteles y para otros usos. “Necesitamos una forma de purificar el agua potable que consuma poca energía, sea barata y útil para las comunidades que más la necesitan. El problema es que no es un proceso barato. Según los datos de la Fundación Aquae, el agua desalinizada que puede consumir una familia de cinco personas a lo largo de un año cuesta unos 2.000 dólares.” Afortunadamente, se están hoy desarrollando muchas tecnologías que abaratan significativamente el costo de la desalinización. Una de ellas es la electrodiálisis del Instituto Beckman y desalinización mediante la aplicación de campos magnéticos muy intensos al agua salada. “Las partes salinas se van a la periferia y puede cogerse el agua del centro del tubo, totalmente desalada.» El método “ofrecería así una alternativa a la ósmosis inversa, el proceso más común, y el resto de las alternativas, como la destilación solar, la nanofiltración o la formación de hidratos gaseosos.”

Según ChatGPT, “Sin embargo, es importante tener en cuenta que las plantas de desalinización también tienen impactos ambientales negativos, como la emisión de gases de efecto invernadero y la producción de salmuera residual. Por lo tanto, es esencial implementar medidas de mitigación y adaptación para minimizar estos impactos y asegurarse de que las plantas de desalinización se utilicen de manera responsable y sostenible en la industria turística mundial.”

Ya en Cancún y Playa del Carmen, dos de nuestros grandes competidores turísticos, se están instalando plantas desalinizadoras. Al MITUR le toca, junto al INDRHI y al Ministerio Ambiente, elaborar un plan para mantener y mejorar el balance hídrico de la Región Este. Desde ya debe comenzar a trabajar con los hoteleros de Bávaro-Punta Cana para adoptar el método de la desalinización porque el crecimiento de ese polo turístico requerirá otros paliativos que no se queden en el tratamiento de las aguas residuales y el mejor manejo de los pozos existentes. El acueducto regional tampoco será suficiente para garantizar la sostenibilidad de la industria turística.

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