Es un domingo especial y, sin pensarlo dos veces, me apetece salir a comer fuera. Olvidaba que, en fechas específicas, los restaurantes con buena comida, aunque no sean establecimientos de lujo, están siempre llenos. Hay que reservar mesa. ‘Vamos a la Plaza Dauhajre’ le digo a Alexis. Allí está Il Bacareto. ‘Hacen un risotto delicioso’ comenta Fabiola. ‘Y la pasta es muy buena’ acoto.
El cuidador del parqueo nos pregunta si tenemos reservación. ‘No, no tenemos’. Nos informa que está lleno, pero entra a preguntar. ‘No, no hay sitio’. ‘Pues vamos al Elizondo, aquí mismo. Tienen una picaña excelente’, agrega Alexis. Al abrir la puerta nos preguntan: ‘¿Tienen reservación?’. No. ‘Sólo hay sitio en esta barra con taburetes altos y no es conveniente’, alega la empleada mirándome.
Es alrededor de la 1:00 de la tarde. ¿Intentamos en La Scarpetta, en Plaza Castilla? (Se proyecta como Trattoria). ‘La última vez que estuvimos hicimos reservación’ replico a Alexis. ‘Yo comí allí ayer’ dice Fabiola, quien al llegar al parqueo se apea para averiguar. ‘Todo está lleno’ afirma un mozo, ‘pero pregúntele a él’. Se refiere a otro empleado que está al teléfono. Fabiola espera.
Al terminar le pregunta, y él sonriente responde: ‘Justamente esta llamada era cancelando una mesa para tres personas’. Era la única que a la vista estaba desocupada, pero con un cartel de Reservado. Tuvimos suerte.
Sabrosa sugerencia
Un joven que parece administrador o dueño nos advierte que los platos tardarán algo en salir. Lo entendemos. En el ínterin nos recomienda, amén del pan crujiente que untamos en aceite de oliva virgen, entretenernos con algún antipasto. Nos sugiere Budino di Parmigiano. ‘¿Qué es eso?’ ‘Como un flan de queso’. Lo traen acompañado de hongos. ¡Qué exquisitez! Entretenidos, no hemos mirado el reloj, pero debe de haber pasado más de una hora, cuando llegan con los platos que ordenamos: Carpaccio Bicolore, de salmón y dorado (‘buenísimo’ afirma Alexis); Casera Di Nonna Piera, una pasta con carne de cordero del cual Fabiola asegura es estupendo y el plato que yo califico como ‘estrella’: Costicine di Agnello (magníficas costillitas de cordero importadas, de suave textura y sabor inigualable. Al lado, una salsa de mostaza que le agrega un toque original y papas (patatas) salteadas. No pruebo las papas, pero sí Alexis. ‘Están muy buenas’.
De postre
Alexis y yo ordenamos Tiramisú. Fabiola un Tartufo Affogato: helado de chocolate (blanco y negro), sobre el cual vierten café, endureciendo así un trozo de chocolate. ¡Fuera de serie!