Durante esta temporada de inviero, el Caribe continúa con la senda de crecimiento que se acentuó́ durante la pandemia, con el mercado de Estados Unidos y Canadá́ siendo la región turística que más crece en volumen esta temporada (+1,8 millones de plazas nuevas), según la empresa de inteligencia turística Mabrian.
Se ha registrado un importante crecimiento del 15% para esta temporada de invierno respecto a la acontecida en 2022. Y comparándolo con el último periodo prepandemia, obviando el mes de marzo cuando en 2020 ya estábamos afectados por las restricciones de viajes, esta temporada el Caribe incrementa su capacidad con los mercados principales en un 31%, especialmente motivado por el buen comportamiento de los mercados norteamericanos.
Todos los meses analizados por Mabrian muestran incrementos en las programaciones, aunque los meses con mayores crecimientos proyectados son febrero con más de un 20% y enero con un más de un 15%. El Caribe mexicano, República Dominicana y Costa Rica proyectan crecimientos muy fuertes, incluso superiores al 20%, principalmente por el incremento de conectividad desde Norteamérica y con repuntes en algunos mercados europeos.
Jamaica crece con una pauta similar pero a menor ritmo, mientras que Cuba, lastrada por una caída de conectividad de un 22% con Estados Unidos, logra compensar y marcar un ligero crecimiento gracias al incremento de conectividad de mercados como el ruso, que crece un 230% en este periodo.
En general, se prevé estabilidad en la estancia media en el Caribe, que se sitúa en siete días de media y repunta un 1%. Eso sí, esta media es muy dispar por destinos: Costa Rica y Cuba muestran estancias medias muy superiores a la media, con 10,5 días y 9,5 días respectivamente. Aunque cabe remarcar que Costa Rica es el destino que más retrocesos acumula en estancias medias, destacando la caída de un 5% de los canadienses. Por el contrario Jamaica, es el destino que muestra una estancia media más baja en general con 6,6 días.
Por último y en términos generales, los precios de los vuelos han experimentado una disminución promedio del 10% en comparación con 2022, estando en una media de 363 euros por trayecto.
