La República Dominicana ha alcanzado las metas propuestas de desarrollo del turismo de sol y playa. El turismo cultural y el eco-turismo, que tienen un mayor impacto en las comunidades rurales y ciudades del interior, necesitan un impuso en materia de narrativa, eventos culturales, espacios, infraestructura y actores de la industria cultural.
Por medio de una serie de artículos pretendemos describir hechos históricos, espacios eco-culturales y la infraestructura cultural que ayudarán a desarrollar una industria cultural en Santiago y el Cibao, que sea capaz de promover y ofrecer productos eco culturales para el turismo de cruceros, la diáspora, estudiantes público general.
Empecemos con una descripción de la ciudad de Santiago en 1789 hecha en su tiempo por el historiador Antonio Delmonte Tejada, que nos ayudará a entender mejor los eventos históricos de la ciudad, esenciales para la narrativa que debe desarrollarse en torno a los espacios eco-culturales a ser visitados por los turistas:
Los principales edificios de Santiago en 1789 eran la iglesia parroquial de extensas dimensiones, con tres naves y ocho capillas colaterales, de macizos pilares y tosca construcción, tenía una torre y un hermoso reloj.
La capilla del Santísimo Sacramento era costeada por la piadosa familia Pichardo, una de las más ricas. La pintura de los doce apóstoles, el sagrario y los adornos de plata, la custodia de finísima piedras, la gran campana de las torres y el altar eran muy notables.
En la misma plaza estaba la iglesia de la Virgen del Carmen, un sólido y hermoso edificio de tres torres, construido a imitación de una capilla romana. Junto a ella se levanta el hospital de los pobres enfermos que tiene un oratorio. Una casa perteneciente a Monsieur Espaillat y la Real Factoría de tabaco que hacía cuantiosas remesas a Sevilla.
En la pared occidental de la plaza estaba la casa del Cabildo. Unos estaban dedicados a los archivos y funciones municipales y los bajos para la escuela pública de primeras letras. La cárcel estaba situada en la misma plaza.
En un cerro al sureste de la ciudad a las orillas del Yaque, estaba el paseo. La calle del Sol terminaba en una plaza con su iglesia dedicada a San Antonio de Padua en que celebraban sus funciones los hermanos terceros de San Francisco.
Al principio de la hoya o sabana que conduce a la colonia francesa existía otra capilla dedicada a Santa Ana otra plaza que había en uno de sus costados se levantaba el convento que maltratado por los terremotos de 1783 abandonaron las Padres para refugiarse en otro.
Analicemos en los próximos artículos, los hechos históricos relevantes, especialmente los catastróficos, que dan una narrativa más dramática y que permiten identificar a Santiago, como la ciudad Resiliente, además de la ciudad Corazón.