(CNN) — El avión de pasajeros C919 de Beijing, potencial rival de los Boeing y Airbus fabricados en Occidente, hizo su primera incursión fuera de territorio chino el domingo al sobrevolar el Salón Aeronáutico de Singapur.
El avión de un solo pasillo, fabricado por la empresa estatal Commercial Aircraft Corporation of China (Comac), es un símbolo destacado de la estrategia más amplia «Hecho en China» de Beijing, cuyo objetivo es reducir la dependencia de los fabricantes extranjeros.
El C919, con capacidad para menos de 200 pasajeros, es el primer gran avión de pasajeros de fabricación china. La aeronave realizó su primer vuelo comercial el pasado mayo. Solo puede transportar pasajeros dentro de China continental y vuela con China Eastern Airlines.
Es «la primera vez que tendremos expositores de China», declaró el domingo a la prensa Cindy Koh, vice presidenta ejecutiva del Consejo de Desarrollo Económico de Singapur, uno de los organizadores del Salón Aeronáutico.
China no ha ocultado su ambición de competir con Boeing y Airbus. El debut del C919 en el extranjero se produce en un momento en el que Boeing está en los titulares por razones inadecuadas. El mes pasado, parte del fuselaje de un avión Boeing 737 Max 9 se desprendió durante un vuelo de Air Alaska en Estados Unidos.
Shukor Yusof, fundador de Endau Analytics, una empresa que realiza un seguimiento de la industria de la aviación, dijo que el C919 será «el avión más examinado en el Salón Aeronáutico de Singapur», un evento que atrae a ejecutivos de empresas y altos funcionarios gubernamentales de todo el mundo.
«Hay mucho interés por ver el avión en sí, cómo funciona y cómo es en vuelo», afirmó.
En la actualidad, únicamente unos pocos países fabrican sus propios aviones debido a las elevadísimas barreras de entrada en el sector. Se necesita un alto nivel de conocimientos técnicos, así como enormes cantidades de tiempo y recursos.
El C919, por ejemplo, ha costado a su patrocinador unos US$ 49.000 millones en costos de desarrollo, fabricación y otros, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, aunque afirma que es difícil determinar con exactitud cuánto ha costado porque las finanzas de Comac son opacas.
En diciembre, realizó un vuelo de demostración en el puerto Victoria de Hong Kong, en su primer viaje fuera de China continental.
Según Yusof, las crecientes tensiones entre Beijing y Washington también dificultarán que Comac encuentre un mercado en Occidente.
«No se puede huir de toda la política con China y el resto del mundo, y esa señal les va a acompañar durante bastante tiempo», afirmó.
El modelo aún no ha sido certificado por los reguladores de aviación estadounidenses y europeos, lo que según Yusof es «una gran desventaja».
Con capacidad para volar entre cinco y seis horas, el C919 es perfecto para viajes regionales, añadió, y dijo que tenía potencial para atraer a países del sudeste asiático, África y Asia central, políticamente más amistosos con China.
«Se convertirá en un pequeño competidor, pero no estará en la misma liga que Airbus y Boeing», señaló.
El año pasado, la aerolínea indonesia de bajo coste TransNusa se convirtió en el primer cliente de Comac en el extranjero, adquiriendo su ARJ21, un avión regional con capacidad para menos de 100 pasajeros.