El estado del camino que lleva a la pirámide de Valle Nuevo, municipio Constanza, provincia La Vega, no puede ser más deplorable, a pesar de que son muchos los turistas dominicanos y extranjeros que optan por disfrutar la experiencia de llegar al hermoso lugar.
Hace unos tres años subí a la pirámide y la experiencia fue, que desde Constanza hasta llegar a la caseta del Ministerio de Medio Ambiente, al igual que ahora, no pudo haber sido peor.
Sin embargo, al llegar al control de esa institución, hace tres años, donde al igual que en la actualidad, se pagan 150 pesos por persona, para dar acceso al parque Valle Nuevo, el camino se podía recorrer con poca o ninguna dificultad.
En ese momento aprecié que se habían realizado algunas obras nuevas, entre las que están zanjas de concreto, badenes y hasta puentes señalizados, lo que facilitaba y facilita el acceso.
Según me informó la empleada de Medio Ambiente, encargada de requerir el pago para subir, desde ese punto a la pirámide hay 26 kilómetros, los que ahora se suman para que todo el camino sea difícil de transitar.
En la actualidad, abundan en todo el camino las zanjas producto de la erosión que provocan las lluvias, las piedras y los espacios más angostos al lado de precipicios.
La experiencia vale la pena, pero todo el que va a Valle Nuevo expone su vida, a tal punto que vi varios conductores devolverse por lo accidentado de la vía de acceso.
Al parque no sólo llegan vehículos de motor, sino que muchos optan por la experiencia de subir en bicicleta, tarea que para muchos no es fácil, tal fue el caso de una joven que se quedó rezagada del grupo que la acompañaba y se veía la lucha que cogía.
Al visitar Valle Nuevo se vive una experiencia hermosa, excitante y llena de adrenalina, pero insisto en que el trayecto debe ser menos pesado y riesgoso, lo que no le permite a los turistas disfrutar a plenitud de esta reserva científica.
Pero no todo es malo, en el camino, próximo al campamento militar se encuentra la capilla Valle Nuevo, que luego de tan tortuoso camino, brinda un momento para respirar y dar gracias por haber llegado vivo hasta ahí.
Un elemento a destacar en esta capilla es que a pesar de que no hay militares ni guardabosques las personas dejan ofrendas y se mantienen ahí. Causa extrañeza que desaprensivos no se lleven las ofrendas.
A unos cien metros, más o menos, de la capilla, se encuentra el campamento militar, en unos terrenos al lado de este los visitantes pueden acampar, pasan todo un fin de semana o el tiempo que determinen.
Previo a llegar a la pirámide encontrarás una planicie donde estuvo detenido y ejecutado Francisco Albereto Caamaño Deñó el 16 de febrero de 1973.
Al llegar a la pirámide, también en una planicie, veraz izada la bandera dominicana al lado del monumento, aquí hay un campamento de guardabosques.
Además de animarte a disfrutar de este recorrido, uno de los objetivos de este trabajo es motivar a los ministerios de Medio Ambiente y de Turismo a que le pasen por lo menos un grédar o motoniveladora y un rodillo al camino para que el trayecto sea más agradable a los visitantes.
Por ahora espero que hayan disfrutado el viaje, en otra ocasión le hablaré de la parte científica e histórica de tan hermoso lugar.