SINGAPUR – Volé mucho la semana pasada, incluso como reportero de una aerolínea. Mis viajes incluso me ayudaron a completar un rito de iniciación avgeek: tomé el vuelo más largo del mundo desde Nueva York a Singapur del 11 al 13 de marzo y regresé el 16 de marzo.

Volé como invitado de Singapore Airlines para cubrir las actualizaciones de sus ofertas de servicios económicos premium y también para experimentar estos vuelos mientras siguen siendo los más largos del mundo. Qantas, la aerolínea australiana, reclamará ese título de Singapur cuando inaugure vuelos de ida y vuelta sin escalas desde Sydney a Nueva York y Londres a mediados de 2026.

Se prevé que esos vuelos de Qantas durarán hasta 20 horas en cada sentido, pero por ahora, los servicios de más de 18 horas de Singapur entre Nueva York y Singapur siguen siendo los vuelos comerciales regulares más largos, incluso cuando los vientos favorables a veces les ayudan a cubrir la distancia más rápido.

Volar en distancias ultralargas es similar en muchos aspectos a otros vuelos: todavía estás en un tubo de metal presurizado que grita a través de la troposfera, pero como escuché a los ejecutivos de Singapore Airlines (y fui testigo por mí mismo) el servicio a bordo adquiere una importancia aún mayor. cuando pasas casi un día completo en el aire.

Así es como fue a bordo de los vuelos más largos del mundo.

La importancia de las comidas.

Antony McNeil, director de alimentos y bebidas de Singapore Airlines, me dijo que el horario y la composición de las comidas marcan una gran diferencia en la comodidad de los pasajeros en vuelos extralargos.

“La intención es que a las tres horas de partir ya hayas iniciado tu primer servicio de comidas”, afirmó. “Luego, seis, siete horas (más tarde), la tripulación regresará, por lo que en pleno vuelo estás comiendo una comida bastante abundante. Si quieres dormir a la salida, sabes que no te lo vas a perder”. 

McNeil dijo que es importante que las comidas no dejen a los pasajeros demasiado hinchados en vuelos tan largos.

“Las comidas que ofrecemos en esos horarios del vuelo te permiten descansar más cómodamente”, afirmó. “Están realmente diseñados para ayudarte a sentirte lleno por más tiempo, por lo que no necesitas bocadillos. Algunas aerolíneas estadounidenses en vuelos de larga distancia te sirven platos realmente cremosos, pastas cremosas, son pesadas, no te sientes bien después de haberlas comido, mientras que nosotros queremos revertir eso, queremos ir en la otra dirección. Siéntete bien, siéntete mejor por más tiempo, disfruta la experiencia”.

De camino a Singapur tuve:

• Ensalada de salmón ahumado
• Pan de ajo
• Lubina con patatas (si la memoria no me falla)
• Una bola de chocolate Lindor
• Fideos con pollo
• chuletas de cordero 
• Vino tinto
• Té
• Una barra de Kit Kat

De camino a casa tuve:

• Mucho té y agua.
• Ensalada de salmón ahumado
• Pan de ajo
• Pato confitado
• Pastel de mousse de chocolate
• Vino tinto
• Pollo Satay
• Ternera en jugo con polenta
• Patatas fritas
• Patatas fritas con queso y cebolla
• Una barra de Kit Kat

Las comidas también ayudan a dividir esos vuelos ultralargos en partes más manejables si no puedes dormir. 

El vuelo desde Nueva York JFK sale alrededor de las 11:30 p. m. todos los días y llega dos días después, alrededor de las 6:00 a. m. (es decir: mi vuelo salió la noche del 11 de marzo y llegó a Singapur la mañana del 13 de marzo). Dormí bastante en el camino a Singapur, por lo que no experimenté el flujo completo del servicio, pero en el camino a casa, el vuelo salió de Singapur alrededor de las 12:30 de la tarde y llegó a Nueva York alrededor de las 6 pm. En ese vuelo, Realmente aprecié el horario de las comidas, que fue excelente para ver una película y tomar una siesta entre servicios, y ayudó a que las casi 18 horas a bordo se sintieran posiblemente razonables.