Su construcción comenzó hace cuatro mil años y tardó dos mil años en completarse (AFP)Estos templos se encuentrades de varios rincones del mundo. Resaltan por sus significados espirituales y por sus hermosas estructuras (Joaquin Ossorio-Castillo)
Los templos alrededor del mundo representan no solo lugares de oración y espiritualidad, sino también monumentos de inmenso valor histórico y arquitectónico que atraen a fieles y turistas por igual. Independientemente de la religión (cristiana, ortodoxa, budista, hinduista o musulmana) estos sitios sagrados han desafiado el paso del tiempo, y mantienen su esplendor y misterio.
No son meramente construcciones, según la revista Condé Nast Traveler, son “puertas al infinito” que parecen cambiar la atmósfera misma que los rodea con una energía mística palpable desde el primer momento en que se cruzan sus umbrales.
En el corazón de Java, Indonesia, destaca el templo budista conocido como “la montaña de las mil estatuas”, un título que hace honor a la vasta cantidad de figuras de Buda esculpidas en su exterior. No solo es el templo budista más grande del mundo, sino que también figura como el primer descubrimiento de los europeos en el sudeste asiático. El mundo lo conoció en 1814, gracias a un teniente inglés y su equipo de arquitectos que lo hallaron semienterrado y oculto bajo escombros y vegetación.
La historia de esta enorme construcción se remonta a su período de construcción entre los años 780 y 830 d.C.. Está ubicado sobre una colina, y sigue su contorno natural.
A pesar de que su uso cesó en el siglo XV, un interludio de siglos precedió su resurgimiento como epicentro espiritual alrededor de 1850. Su estructura, diseñada en forma de mandala y dividida en tres secciones, simboliza las etapas espirituales que el alma debe atravesar hacia la iluminación. La importancia religiosa y arquitectónica del templo se vio amenazada por el clima y las erupciones volcánicas, que exigieron reconstrucciones parciales para preservar su integridad.
Hace más de dos mil años, la erupción del Monte Erciyes transformó radicalmente alrededor de 20.000 kilómetros cuadrados del paisaje. Esparció una capa de tufa, una roca volcánica blanda y fácil de tallar, en todo el terreno.
Este fenómeno geológico llevó a los habitantes de la región a aprovechar este material para la construcción de viviendas, iglesias cristianas y monasterios subterráneos. Entre las estructuras destacadas se encuentran las iglesias, y las más antiguas datan del siglo VI. Están adornadas con frescos bizantinos que permanecieron en condiciones excepcionales debido a la limitada exposición a la luz solar. Dichos templos reciben nombres tan peculiares como Iglesia de la Manzana, Iglesia Oscura y Iglesia de la Serpiente.
Estas maravillas arquitectónicas se localizan principalmente en el Museo al Aire Libre de Göreme. Se extiende por 1,5 kilómetros y es el cuarto museo al aire libre más frecuentado a nivel mundial. En reconocimiento a su valor cultural e histórico, la UNESCO inscribió al Parque Nacional de Göreme y a los sitios rupestres de Capadocia, que incluyen a estas iglesias, en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1985. Esta designación subraya la importancia de la conservación de estos espacios tanto para la identidad de Turquía como para el patrimonio cultural global.
El Monasterio de Nido del Tigre, una impresionante construcción budista que se cierne a aproximadamente 1.000 metros de altura en Bután, es el santuario más destacado para los fieles y peregrinos que buscan comunicarse con lo divino.
Fue fundado en 1692, y no solo es un centro de adoración sino también un hito histórico y espiritual, conocido por su relación con el Gurú Padmasambhava, el padre del budismo en la región. La revista Condé Nast cuenta que “el Gurú Padmasambhava llegó a una cueva situada en ese mismo lugar volando a lomos de una tigresa. Allí meditó durante tres años, instruyó a un par de discípulos y se ganó el título de padre del budismo butanés”. Su acceso, solo posible a pie, y su ubicación en las entrañas de la montaña suman a su mística y atractivo.
Aquellos que visitan el Monasterio de Nido del Tigre no solo buscan su belleza arquitectónica, con tejados que resaltan entre el paisaje nebuloso, sino también una conexión espiritual más profunda, siguiendo los pasos de esta figura trascendental en el budismo butanés. Respecto a la vida cotidiana en el monasterio, se rumorea que los monjes residentes se adhieren a un retiro de tres años, durante el cual raramente abandonan el recinto.
Sobre una impresionante roca volcánica de 82 metros de altura se alza la capilla de Le Puy en Velay. Destaca no solo por su elevada ubicación sino también por su rica historia que se extiende desde la época de los dólmenes hasta servir como un hito en la ruta francesa del Camino de Santiago hoy en día.
A través de 268 escalones, visitantes y peregrinos pueden ascender hacia este significativo monumento que fusiona fe, historia y arquitectura.
La edificación fue realizada en el siglo XII, aunque sus cimientos se asientan en construcciones cristianas que se remontan a finales del siglo X. Gracias a eso se pueden ver frescos de esa época dentro de la iglesia. En un período de tiempo fue un templo romano dedicado, según se cree, a Mercurio. La evolución de la capilla refleja la continuidad de prácticas religiosas y culturales en la región.
Las Iglesias de Lalibela, ubicadas en Etiopía, representan una maravilla arquitectónica del siglo XII. Fueron concebidas por el Rey Lalibela con el fin de establecer un nuevo punto de peregrinación alternativo a Jerusalén, ya que los habitantes no podían peregrinar hasta allí. Este complejo religioso está compuesto por un total de 11 templos rupestres, y fue destacado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Su diseño impresionante incluye templos interconectados por un laberinto de pasadizos subterráneos. La iglesia de San Jorge es la que más resalta por su inusual forma de cruz latina, su singular elegancia, y por estar completamente aislada. Entre estas obras maestras de la arquitectura religiosa, la ceremonia en honor a San Jorge es la festividad más destacada.
Cientos de fieles vestidos con shamma, una tradicional tela blanca etíope, se congregan en un acto de fe y devoción.
La Basílica de la Sagrada Familia, emblemático símbolo del modernismo catalán y creación insigne de Antoni Gaudí, se aproxima a su completitud con el 75% de las obras ya finalizadas. Este monumento está ubicado en Barcelona y prevé su término para el año 2026, cien años después del fallecimiento de su arquitecto.
La Sagrada Familia marca un hito en la arquitectura religiosa. Se destaca por su diseño inspirado en la naturaleza que le da a sus visitantes la sensación de estar inmersos en un bosque. Es la iglesia más alta del mundo gracias a la construcción de la Torre de Jesucristo, que alcanzará los 172,5 metros de altura. Además, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial, en particular su fachada del Nacimiento y la cripta.
A lo largo de más de un siglo fue testigo de importantes eventos históricos que incluyen daños durante la Guerra Civil Española. Este periodo crítico significó la destrucción de valiosos planos, fotografías y maquetas, pero eso no impidió que la obra continuara avanzando hacia su finalización.
Este templo continúa en construcción a pesar de haberse iniciado en 1997. Se trata del Templo Blanco, conocido oficialmente como Wat Rong Khun, ubicado cerca de Chiang Rai, Tailandia. Se espera que este monumento arquitectónico alcance su forma definitiva dentro de 90 años. Este proyecto, liderado por el arquitecto tailandés Chalermchai Kositpipat, se distingue por su diseño único que incorpora elementos budistas con un enfoque artístico moderno.
No es un templo budista ordinario. Su exterior completamente blanco se intercala con espejos que reflejan la luz para simbolizar la pureza de Buda.
Busca guiar a los visitantes hacia la claridad espiritual necesaria para alcanzar la iluminación. Para acceder al interior del templo, los visitantes cruzan un puente sobre un lago artificial, flanqueado por miles de esculturas de manos emergiendo del suelo que representan el sufrimiento humano y el deseo de superación espiritual. La llamada Sala de Reuniones en el interior es otro de los puntos focales del templo. Los mosaicos de cristal crean un efecto de multiplicación de la imagen de quien los observa hasta el infinito, es una experiencia casi onírica.
El Santuario de Las Lajas, localizado en el Cañón del río Guaítara en la región andina de Colombia, tiene una impresionante arquitectura neogótica. Su ubicación sobre un precipicio llama la atención de cualquiera que pase cerca de él. Esta edificación de principios del siglo XX atrae a miles de peregrinos anualmente, especialmente el 15 de septiembre, día en que se conmemoran las festividades y milagros atribuidos a la Virgen María.
En 1754, según relatos, la Virgen María apareció y curó a una niña sordomuda de nacimiento. Este fue considerado el primer milagro del sitio. Desde entonces, el lugar se ha convertido en un punto de encuentro para fieles que buscan experimentar su espiritualidad en un entorno natural único. Los dos arcos del puente de piedra blanca que se extiende sobre el cañón proporcionan a sus visitantes una vista panorámica espectacular y una sensación de vértigo inigualable.
El templo de Angkor Wat en Camboya, representa uno de los monumentos más significativos de la herencia de la civilización Khmer que dominó el sudeste asiático entre los siglos IX y XV. Es a la vez una maravilla arquitectónica que sigue atrayendo a millones de visitantes.
Su estructura se caracteriza por sus impresionantes torres, con una altura de 65 metros en la torre central, rodeada por tres galerías rectangulares. Este diseño no solo demuestra la maestría arquitectónica de sus constructores sino también su profundo significado religioso y cosmológico. El edificio originalmente construido para honrar a la deidad del hinduismo, Vishnu, transformó su propósito a lo largo de los siglos para convertirse en un sitio de culto budista crucial.
Los visitantes de Angkor Wat pueden esperar perderse entre las intrincadas esculturas y filigranas que adornan cada rincón del templo, historias en piedra que narran antiguas mitologías y tradiciones religiosas. A pesar de su popularidad, los expertos recomiendan visitar el templo temprano por la mañana para evitar las multitudes y poder disfrutar del amanecer, momento en el que los primeros rayos del sol iluminan las piedras de manera espectacular.
Esta mezquita destaca no solo por su magnitud, que le permite ser la octava mezquita más grande del mundo, sino también por su diseño que incorpora una diversidad de estilos islámicos. A pesar de no ocupar el primer lugar en tamaño, su extensión es comparable a la de cinco campos de fútbol. Este templo religioso cuenta con 82 cúpulas y cuatro minaretes que alcanzan los 100 metros de altura.
Su construcción comenzó en 1990 bajo el mandato del difunto jeque Sheikh Zayed, quién luego de fallecer fue sepultado en los jardines de la mezquita. No solo es un prodigio arquitectónico por su estética blanca y elegante, sino también por la visión que la impulsó: unificar la diversidad cultural del islam mediante la fusión de los valores históricos con la modernidad arquitectónica.
El sistema de iluminación que posee ajusta el brillo de las cúpulas según las fases lunares, lo que añade una dimensión dinámica y celestial a su belleza ya de por sí impresionante. Este detalle resalta la innovación tecnológica aplicada en la construcción del templo y su intención de armonizar con el entorno natural de una manera respetuosa y significativa.
Esta maravilla arquitectónica incrustada en la montaña a 75 metros sobre el suelo despierta tanto admiración como vértigo entre sus visitantes. Parece desafiar las leyes de la física con su estructura apoyada en vigas encajadas en la roca.
Gracias a esto fue reconocido por la revista TIME en 2010 como una de las “Diez estructuras más precipitadas del mundo”. Esta atracción turística, ubicada en China, es también un lugar de convergencia espiritual, acogiendo las tres principales religiones del país: el budismo, el taoísmo y el confucianismo.
La leyenda cuenta que hace 1500 años el monje budista Liao Ran fue quien erigió este monasterio de manera solitaria, una hazaña que sigue generando tanto curiosidad como escepticismo. El Templo Suspendido de Hengshan se distingue por su impresionante ubicación y por albergar 80 estatuas religiosas y ser un punto de encuentro para fieles y turistas. La única vía de acceso a este remoto santuario es un conjunto de escaleras talladas directamente en la roca, lo que le añade un elemento de aventura a la visita.
En 1598, la capital del Imperio Persa fue trasladada a Isfaghan, una decisión que marcó el inicio de un ambicioso proyecto de construcción destinado a revitalizar la ciudad con estructuras que destacarían por su hermosura y funcionalidad. Entre esas construcciones, resalta una mezquita que, aunque no es la más grande de la ciudad, se convirtió en la principal atracción para los visitantes debido a su acceso privilegiado desde la Plaza del Imán.
Esta mezquita es considerada el máximo exponente de la arquitectura persa. Revela la riqueza cultural y el esplendor artístico del Irán de aquella época.
La elección de Isfaghan como la nueva capital se debió a su ubicación estratégica, alejada de los conflictos con los otomanos, y a sus tierras fértiles, propicias para el desarrollo agrícola. La trascendente decisión trajo consigo la construcción de importantes edificaciones como un bazar imperial y un palacio, además de la mencionada mezquita. Esta última se erige como un lugar de culto y como un símbolo de unidad central de la vida social y económica de Isfaghan. Esto es así gracias a su proximidad con espacios comerciales y áreas verdes.