Durante los últimos años, muchas ciudades europeas están tomando medidas para contener la vida turística en destinos más elegidos. En los últimos días, se conoció la noticia de que Venecia impondrá una nueva restricción para mermar el flujo de visitantes en temporada alta y así cuidar a sus residentes.
Conocida mundialmente por sus históricos canales, la capital de la región de Véneto, en el norte de Italia, ha intensificado sus esfuerzos para combatir el sobredimensionamiento turístico. La ciudad implementó nuevas medidas a partir de este mes en respuesta a la afluencia masiva de turistas que afecta tanto a la infraestructura como a la vida local.
Entre las nuevas normativas se incluye una prohibición del uso de altavoces y de grupos turísticos de más de 25 personas en las áreas centrales y en las islas de Burano, Murano y Torcello. Estas medidas se suman a la tarifa de 5 euros que se empezó a cobrar a los turistas de un solo día este año. Según Sebastiano Costalonga, concejal de comercio de Venecia, “la administración no solo quiere establecer reglas claras para respetar la fragilidad de Venecia y la convivencia con sus residentes, sino también enviar una señal contra los guías turísticos no autorizados”.