A la altura de agosto, octavo mes del año 2024, celebramos la oportuna adecuada y pertinente firma del Acuerdo de CIELOS ABIERTOS entre la Republica Dominicana y Estados Unidos un compromiso que procura proporcionar servicios aéreos más asequibles y eficientes a los usuarios tanto de transporte de pasajeros como de cargas y viene a poner fin a los frecuentes denunciados abusos en que incurren las aerolíneas.
Indudablemente que el Acuerdo de Cielos Abiertos entre República Dominicana y Estados Unidos eleva el nivel y calidad de la aviación comercial del país, que no hace mucho tuvo que someterse al escrutinio de la Agencia Federal de Aviación (FAA) con riesgo de ser excluido de la categoría 1 que permite a aerolíneas nacionales acceder a aeropuertos estadounidenses.
Corregidas las falencias que afectaban la aviación comercial, Republica Dominicana felizmente se une a más de 125 países que han firmado ese mismo convenio con Estados Unidos, lo que representa una oportunidad de crecimiento del turismo y el comercio con nuestro principal socio comercial.
Lo que si tenemos que advertirles a las agencias oficiales dominicanas que tiene que ver con la aviación comercial que en lo adelante deberían tener en cuenta que ese tratado contiene obligaciones recíprocas para eliminar la intervención del Gobierno en las decisiones de las aerolíneas comerciales sobre temas de rutas, capacidad, frecuencia y precios, factores que quedan signados por la libre competencia.
Tiene razón el presidente Luis Abinader al afirmar que el acuerdo de Cielos Abiertos con Estados Unidos representa la oportunidad de expandir el espacio aéreo nacional y de sentar las bases de un sistema de aviación internacional sostenido en la igualdad, lealtad y respeto a la libre empresa.
El acuerdo de CIELOS ABERTOS con Estados Unidos tenemos que salvaguardarlo, protegerlo, y atenderlo para no caer nuevamente en falencias y para proteger y garantizar nuestros intereses y los de nuestro principal emisor de turistas y de inversión extranjera, así como de exportaciones e importaciones, sectores que serán impactados positivamente por esta importante pieza bilateral.
Aún queda pendiente que el convenio, que viene a estimular y promover el turismo y alentar la competencia comercial, sea ratificado por el Congreso Nacional y por el Tribunal Constitucional.
Saludamos este importante paso que viene a estimular la competencia comercial por vía de obligaciones recíprocas entre líneas aéreas dominicanas y estadounidenses.