Aunque tras la pandemia los viajeros ingleses incrementaron sus visitas al país, el reto es alcanzar las cifras de los 90, cuando en varias ocasiones se recibió a más de 200,000 de estos apetecidos turistas.
La pregunta tiene sentido en un contexto muy particular: el creciente descontento de los viajeros de Inglaterra con uno de sus destinos tradicionales favoritos, las Islas Canarias. La aplicación de una tasa turística en municipios como Mogán, en Gran Canaria, ha provocado críticas, cancelaciones de reservas y advertencias de abandono del destino.
Mientras tanto, la República Dominicana registra una recuperación sostenida en las llegadas de turistas ingleses tras la pandemia, y reúne condiciones que la posicionan como una alternativa atractiva y competitiva en el Caribe.