Turismo oscuro, la última moda que atrae a miles de curiosos

Turismo oscuro, la última moda que atrae a miles de curiosos
Turismo oscuro, la última moda que atrae a miles de curiosos

El turismo es un sector en constante evolución: cambian los destinos, las tendencias más recurrentes y, por supuesto, las demandas de los viajeros, que desean vivir nuevas experiencias. Una de las modalidades más curiosas y a la vez más desconocida es el turismo oscuro, que consiste en visitar lugares relacionados con la muerte, la tragedia, los desastres o los accidentes.

Como vemos, se trata de un tipo de turismo que comprende prácticas y actividades muy diversas, tal y como recoge el informe Turismo oscuro: perfiles, nichos, motivaciones, elaborado por la doctora Elsa Soro, profesora de investigación del Grupo de Investigación Interdisciplinar GRIT-Ostelea. De este modo, el estudio recoge destinos nicho como, por ejemplo, aquellos en los que han tenido lugar ejecuciones o muertes o los sitios relacionados con desastres y catástrofes -como Hiroshima-.

Uno de los destinos más populares dentro del turismo oscuro son aquellos en los que se han producido accidentes nucleares, como en Hiroshima, Nagasaki o Chernóbil. En el caso de Hiroshima, la ciudad japonesa ha logrado reinventarse y, actualmente, es una de las ciudades más visitadas del país nipón. Muchos de sus turistas se paran a contemplar la Cúpula de la Bomba Atómica, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Más de 10 millones de personas visitan esta ciudad cada año, con un alto crecimiento del turismo extranjero. Por su parte, desde que el Gobierno ucraniano autorizara en 2010 la entrada de turistas, Chernóbil está recibiendo cada año un número creciente de visitantes, que deben eso sí acceder a la zona por medio de tours o visitas guiadas con agencias locales. La emisión de la miniserie Chernóbil en 2019 también ha supuesto un punto de inflexión en esta curiosa atracción turística, con un aumento de las visitas a la zona de entre un 30 y un 40%.

Cementerios con gran patrimonio
Los cementerios son una visita imprescindible en muchas ciudades, ya sea por su patrimonio arquitectónico, su historia o por albergar sepulcros de personalidades destacadas. En Europa, algunos de los más relevantes son el camposanto de Père-Lachaise, el más antiguo de París; el monumental Staglieno, en Génova; el cementerio Highgate, al norte de Londres; o el cementerio Novodévichi, en Móscu. Otros lugares igualmente merecedores de una mención son el cementerio de Colón, en La Habana; el de la Recoleta, en Buenos Aires; o el cementerio nacional de Arlington, en Washington DC. En este último descansan los restos de veteranos de todas las guerras y recibe más de tres millones de visitantes cada año.

En nuestro país hay una gran cantidad de cementerios destacados, muchos de ellos se incluyen en el listado elaborado por la Asociación de Cementerios Significativos de Europa (Asce), un organismo compuesto por 140 miembros de 99 ciudades de 22 países europeos.

Las prisiones también despiertan el interés de multitud de curiosos
Del mismo modo, las prisiones también despiertan el interés de multitud de curiosos. Cárceles de todo el mundo como, por ejemplo, la de Ushuaia en Argentina, la de Matarraña, en nuestro país, o la de Alcatraz, en Estados Unidos, permiten a aquellos que las visitan revivir lo que sintieron sus presos. En el caso de esta última, los 29 años durante los cuales estuvo activa le han valido para ser una de las prisiones más famosas del mundo, quizás por los conocidos presos que cumplieron condena entre sus paredes: el gánster Al Capone o el ladrón Machine Gun Kelly.

Otra prisión muy conocida, ésta por los métodos empleados para extraer información a los detenidos, es la de alta seguridad S-21 en Camboya. Este centro penitenciario reconstruye su historia a través de un museo donde se recuerda la etapa del régimen de los Jemeres Rojos.

En nuestro país hay una gran cantidad de cementerios destacados, muchos de ellos incluidos en el listado de la Asociación de Cementerios Significativos de Europa

En Europa, concretamente en Rumanía, destaca el Memorial de Sighet. Se trata de museo que esconde en realidad los restos de una prisión y un centro de detención para disidentes del régimen comunista en la década de los años cincuenta del siglo pasado. En el año 2000 finalizaron las obras de rehabilitación del complejo, lo que dio como resultado al museo actual que alberga múltiples salas de exposiciones donde se exponen objetos, fotografías y documentos que ayudan al visitante a entender una parte de la historia más reciente del país europeo.

Muchos de estos lugares son todo un reclamo para visitar las ciudades en las que están asentadas y son también una gran herramienta de promoción de esas zonas. Como, de hecho, recoge el informe mencionado previamente -Turismo oscuro: perfiles, nichos, motivaciones-, el turismo oscuro constituye un factor de regeneración de territorios y destinos afectados por catástrofes.

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