Editorial 3/3/2019

Saludamos que, en la feliz ocasión de conmemorarse, el 27 de febrero, el 175 aniversario de la Independencia de la República Dominicana, y en un esfuerzo conjunto, Gobierno Central, Ministerio de Turismo y Ministerio de Relaciones Exteriores, los embajadores, Cónsules y todo personal diplomático acreditado en ultramar, hayan sido instruidos para, en sus discursos en actos y recepciones, promuevan las bondades, atractivos y potenciales del país en materia de turismo comercio e inversión.

Es una correcta política que debe mantenerse viva, coherente y permanentemente en todos los ámbitos mundialistas donde nuestra nación está presente, en dirección a seguir avanzando hacia la meta de lograr traer a nuestro país, diez millones de turistas cada ano.

El país, nuestra valiente nación por sus atractivos naturales, la calidez de sus gentes, el clima de seguridad y democracia plena está bien posicionado como destino turístico en la Región del Caribe, pero eso no es suficiente, tenemos que empeñarnos en dimensionar al máximo todas esas condiciones y para ello no podemos escatimar esfuerzos.

Celebramos que nuestras autoridades hayan adoptado esa mancomunidad de integración en torno a una correcta y agresiva política de promoción turística oficial global de la Republica Dominicana.

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