El presidente del Grupo Puntacana, Frank Rainieri, considera que para atraer de nuevo a los viajeros serán necesarias ofertas y descuentos, pero alerta de que hablar de guerra de tarifas en el Caribe no es “saludable para nadie”.
“Ya en el pasado vivimos que cuando hay guerra de tarifas hay deterioro de los servicios y con esto, deterioro de la calidad del producto. Es más interesante, tanto para el visitante como para el negocio de hospitalidad, mantener la tarifa adecuada, con el servicio adecuado, y no una guerra de precios que conlleve la degradación de los servicios”, agrega.
Recuperarse de guerras de tarifas fue “muy difícil” en el pasado, recuerda Rainieri, por lo que “los hoteleros no cometerán el mismo error”.
El visionario líder turístico que comenzó la construcción del primer hotel en Punta Cana en julio de 1970, considera que 2020 es un año perdido para la industria turística por la pandemia del coronavirus, aunque confía en que 2021 será el de recuperación y 2022, el de crecimiento, pero sin recurrir a guerras de precios.
En una entrevista con EFE, Rainieri indicó que la pandemia provocará un antes y después en el turismo, con viajeros que valorarán hoteles construidos con mucho espacio para mantener el distanciamiento social y para disfrutar de la naturaleza.
En este sentido, añadió que Punta Cana cumple ambos parámetros, entre ellos, un límite de 40 habitaciones por hectárea y un tope de altura para que los edificios nunca sobrepasen a las palmas de coco.
El empresario turístico vislumbra que el destino Punta Cana-Bávaro pueda llegar en 2035 a la meta de 60.000 habitaciones hoteleras, cerca de un 50% más que en la actualidad, y a unas 10.000 viviendas para extranjeros.
“Ese era el sueño que tenía para el 2030, ahora digo que para el 2035. Creo que es una meta que se puede lograr. Creo que eso va a cambiar la economía de la República Dominicana por completo”, precisó.