Más allá del Monumento a los Héroes de la Restauración, una majestuosa estructura que honra la valentía de quienes defendieron la independencia nacional, la ciudad de Santiago ofrece a sus visitantes una bienvenida acogedora que se refleja en la calidez de su gente, en sus calles, su cultura, y su historia recordada con respeto y hoy convertida en arte, música y memoria viva.
El paseo comienza en el corazón del centro histórico, donde el Parque Duarte ofrece sombra y complicidad. Rodeado de edificaciones de estilo neoclásico y balcones que susurran tiempos pasados, este pulmón urbano es el punto de partida de innumerables relatos locales.
El espacio lo engalana la imponente Catedral de Santiago Apóstol, un templo católico de estilo ecléctico que refleja una mezcla de romano y latino. Es la sede de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, creada como diócesis en 1953 por el Papa Pío XII y elevada a su categoría actual en 1994 por el papa Juan Pablo II.
Muy cerca, el Centro de la Cultura Ercilia Pepín, antigua escuela y hoy santuario de la educación y el arte, acoge actividades que conectan con la identidad dominicana: exposiciones, teatro, literatura, música. Su sola presencia es un homenaje al pensamiento, a la formación crítica y al orgullo educativo de Santiago.
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En la calle Benito Monción el soterrado de los servicios eléctricos ha permitido redescubrir la arquitectura tradicional en su forma más limpia y estética. De noche, la iluminación cálida convierte la calle en un escenario ideal para fotografías, caminatas o simplemente dejarse llevar por el ambiente.
Cada domingo, la calle Cuba, casi esquina Vicente Estrella en el sector Los Pepines, se convierte en una pista para las parejas expertas en bailar a ritmo del son mientras un público amante del género musical los observa y aplaude.
Este ritmo cadencioso ha sido llevado a la calle con el nombre de “Son de Antonio Keka”. El espacio musical forma parte del proyecto Turismo Cultural Sostenible, de la Alcaldía de Santiago.