Frente a la devastación del COVID-19 el sector turístico dominicano se repliega

Frente a la devastación del COVID-19 el sector turístico dominicano se repliega
Frente a la devastación del COVID-19 el sector turístico dominicano se repliega

El turismo mundial está siendo devastado por la pandemia del COVID-19, y República Dominicana, cuyas divisas dependen, de forma directa, en un 30% de este sector, está muy lejos de ser la excepción.

El 20 de marzo pasado, la Organización Mundial de Turismo (OMT), emitió un comunicado dirigido al mundo, para que se integren a “un Comité Mundial de Crisis para el Turismo”. El objetivo consiste en reparar daños cuando disminuya la devastación.

“Esta emergencia de salud pública sin precedentes se ha convertido ya en una crisis económica que tendrá un costo social”, explicó el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili. “Dado que a escala mundial el 80% del sector está formado por pequeñas y medianas empresas, el impacto social de la crisis irá mucho más allá del turismo y se convierte en una preocupación clave para la comunidad internacional”, declaró.

Cierre de hoteles
Este fin de semana, la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), informó sobre el cierre de las mayorías de los hoteles, una decisión que se esperaba desde que el presidente Danilo Medina dispuso el cierre de las fronteras del país, para el movimiento de personas.

El cierre de la mayoría de los hoteles del país es resultado directo de la ausencia de llegada de turistas. Y es un golpe muy fuerte a la posibilidad de implementar por todas las vías posibles la principal propuesta del Fondo Monetaria Internacional, consistente en impulsar “la demanda y la confianza impidiendo que las condiciones financieras se deterioren”.

Esto, por los efectos en la caída de divisas, en los ingresos por impuestos y por el paro laboral, lo que implica una fuerte caída en la demanda agregada.

Sobre los efectos del coronavirus en la economía de un país, el FMI analiza lo sucedido en China cuando estaba bajo las estrictas medidas de contención. Explica que la serie de interrupciones repentinas en la actividad económica, “se extendió rápidamente por toda la economía, y se convirtió en un shock total que afectó simultáneamente a la oferta y la demanda”. Y destaca que los efectos económicos del “shock del coronavirus” es grave incluso en comparación con la crisis financiera mundial en 2007–08, ya que golpea a los hogares, a las empresas, a las instituciones financieras y a los mercados al mismo tiempo. Eso sucede “ahora a escala mundial”.

Empleados hoteleros
En el caso del sector turístico dominicano, el cierre de hoteles ha estado acompañado de protestas de empleados, que ven sus fuentes inmediatas de ingresos desvanecerse. Y se sabe que la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom), una organización de empleadores, ha estado estudiando las opciones legales en caso de que sus representados se vean precisados a suspender temporalmente a sus empleados, sin otorgar compensaciones.

Un sector dinámico
Según un reciente informe del Banco Popular, durante años consecutivos el sector turismo ha venido creciendo a tasas de entre 3.4% a 9.1%. Entre 2015 y 2018, se estabilizó en un rango de entre 6.4% a 5.7%, para caer su tasa de crecimiento en 2019 a 0.4, como resultado la campaña de medios de comunicación estadounidense contra el destino dominicano.

Desde el 2012, su tasa de ocupación hotelera no baja de 70%, llegó a subir a 78% en 2016. Y la generación de empleo directos durante el primer semestre del 2019 llegó a ser de 324,553 personas, lo que equivale al 7.1% de lo generado en la economía dominicana.

Se calcula que, de manera directa, el turismo genera uno de cada 13 empleos en el país, y que de forma indirecta se agregan otros 650,000 puestos de trabajo.

Hasta el 2018, el flujo de llegada de turistas se mantuvo creciendo de forma sostenida. En 2010 llegaron 4.1 millones de turista, y en el 2018 el país alcanzó los 6.6 millones de turistas.

En 2018, República Dominicana fue el cuarto país de América Latina y el Caribe que más turistas recibió.

Es un sector que durante el 2018 recibió 884 millones en inversión extranjera directa (IED). En 2019, bajo el ataque a su reputación, se le sumaron otros 667 millones. Y según el Banco Central, el monto acumulado a septiembre 2019 subió a US$4,694.5 millones.

Además, según el estudio Turismo Dominicano, un Mar de Oportunidades, realizado por la firma consultora Analytica, del 2016, el sector Hoteles, Bares y Restaurantes tiene un efecto multiplicador de 1.7 veces respecto al directo, lo que fue para la economía dominicana US$15,000 millones.

Joel Santos, expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo (Asonahores), explica que la presencia del coronavirus en los principales países emisores de turistas hacia la República Dominicana y su presencia local lleva a la situación de “casi no tener turistas”.

Y en ese contexto, “es de esperarse que haya varios hoteles que estén cerrando sus puertas, y que durante los próximos días o semanas prácticamente haya pocos hoteles operando”.

Este pronóstico fue realizado el viernes pasado, y el sábado empezó a hacerse realidad.

Además, del sector hotelero, eso afecta a los guías turísticos, a las tiendas en las zonas de vacacionistas, a los guías de excursiones, al Estado que deja de cobrar impuestos, al sector agropecuario que ve caer sus ventas. También afecta a trabajadores del sector informal, que Joel Santo estima en un 40% del número de personas vinculadas al sector turístico.

La hora de las vacas flacas
La pandemia del coranavirus es una situación que “toma al Gobierno con muy poco margen de maniobra, observa Joel Santos, ex titular de Asonahores. Y es una lección que debe ser aprendida. ¡¿Cómo es que hemos pasado tantos años de crecimiento, tantos años de desarrollo, y lamentablemente no hemos manejado los recursos bajo las formas más eficientes…?! se pregunta el empresario. Tras esos años de crecimiento, debería haber recursos disponibles para poder y enfrentar y paliar la pandemia, afirma. Y menciona específicamente, la situación fiscal del Gobierno, que bajo la presente circunstancia “debería ser más manejable”. Pero en su lugar, solo hay déficits fiscales y deudas. Y la pandemia llegó desde el otro lado del mundo.

Temas relacionados